Se podría decir que el Sporting de Gijón está cuajando un gran inicio de temporada, muy solvente en su feudo (solo dos empates ante el Real Oviedo y la SD Huesca impiden el pleno de victorias en casa) y en plena pugna por los puestos de ascenso directo. Una tarea nada sencilla para un recién descendido que, además, arranca un nuevo proyecto prácticamente de cero, con nuevo entrenador y una gran cantidad de fichajes. Sin embargo, es lejos de El Molinón donde los pupilos de Pacho Herrera se han mostrado, hasta el momento, más irregulares.

Empezar bien

El curso futbolístico 2017/18 arrancó con un meritorio empate a cero en un estadio tan complicado como es Santo Domingo, hogar de la AD Alcorcón. No está mal para empezar. En la segunda salida del año, el Sporting se impuso con claridad al Nàstic de Tarragona. Lo cierto es que los errores individuales del cuadro catalán pusieron las cosas muy fáciles a Stefan Scepovic, Rubén García, Michael Santos y compañía. Partido cuanto menos sencillo.

Irreconocibles

Con la visita a Soria, las cosas empezaron a torcerse. Por aquel entonces, el CD Numancia comandaba la clasificación con puño de hierro y no dudó en aplastar al conjunto rojiblanco por tres goles a cero. Primera gran decepción para la Mareona, que se había desplazado en masa para arropar a los suyos.  Si la imagen en Los Pajaritos había sido mala, lo sería aún peor quince días después en El Sadar. Osasuna pasó por encima a un Sporting completamente inoperante. Eran, sin lugar a dudas, los peores momentos de los asturianos bajo la tutela de Paco Herrera. La afición llegó incluso a cuestionarse la validez del técnico barcelonés.

Vuelta a la calma

Tras la tormenta, siempre llega la calma. El Sporting logró despejar las dudas de sus seguidores con una importante victoria a domicilio ante la Cultural Leonesa y un empate en el Estadio de Vallecas, posiblemente una de las plazas más difíciles de toda la Segunda División.

Con la visita al Reus en el horizonte, la pregunta es clara: ¿se mantendrá la dinámica positiva de los últimos partidos o saldrá a relucir versión más amarga del Sporting, aquella que se pudo ver en Soria y Pamplona?