Injusto y cruel, las lesiones vuelven a cruzarse en el camino del ‘hijo de la guerra’. En uno de sus mejores momentos y brillando con la luz propia de un prodigio emergente, Labinot Kabashi vuelve a romperse tras recaer de sus problemas con la maldita rodilla derecha. Su grave lesión del pasado mes de octubre del año pasado amargó la fiesta del juvenil azulgrana, perdiéndose el resto del curso hasta su reaparición esta pretemporada con el FCB Juvenil B. De nuevo, con el menisco de por medio, Labinot pasa por el quirófano para poner a punto su menisco y seguir tumbando a base de fe los obstáculos marcados en su camino.

Cuatro son los meses que permanecerá de baja el mago Labinot Kabashi, reapareciendo sobre el tapiz de la Ciudad Esportiva como flores en primavera. Tras un arranque de temporada de ensueño marcando su debut con el FCB Juvenil A ante el UE Cornellà en la cuarta jornada de la Liga División de Honor y su estreno bajo los focos de la UEFA Youth League, las mejores sensaciones se conjuraban para acunar el mejor curso para ‘Labi’, tocado con la varita de los elegidos. Sin embargo, su recaída de menisco apostilla el punto y aparte para Labinot, esperando con ahínco de nuevo sus bailes sobre el verde. Su biografía, con todavía muchas páginas por trazar, aguarda ya con ansia el regreso de una leyenda llamada a seguir haciendo historia

Labinot Kabashi esta temporada con el FCB Juvenil A. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Forjado a golpes de carácter ganador y con la calidad necesaria para triunfar sobre los cimientos que representa, Labinot reaparecerá de nuevo con la garra que emerge bajo sus botines. A sus 17 años, el mundo espera aún sus mejores danzas al compás de un esférico que domina con su calidad innata. Ejemplar dentro y fuera del tapiz, ‘Labi’ acuna en cada gesto los valores que representa sobre La Masía. Fugaz, hábil e inalcanzable para sus rivales, Labinot acompasa su calidad con la magnitud de sus gestos, amables, sencillos y naturales sobre aquellos que caen lesionados sobre el césped. Es Labinot Kabashi, el ejemplo más fiel de que ser ‘més que un club’ queda lejos de ser una quimera.

Contando los días para su vuelta, Labinot volverá a emerger con la furia que impregna desde su ADN. Terrenal fuera del verde, un extraterrestre con el esférico trenzando sobre sus pies. Labinot, con destellos palpables que evocan la mirada de un gigante rosarino vestido de azulgrana, asume el reto con la humildad que forja bajo su alcoba. Las palabras son mayores, pero su talento, también.