Conseguir la regularidad. Este es el principal objetivo del Nàstic en este tramo de temporada en el que se va a decidir por qué lucha el equipo. Hasta ahora, parece claro que el objetivo debe ser el de conseguir la permanencia, después de un arranque que a muchos les recordó al de la temporaada anterior. Sin embargo, la llegada de Rodri, primero como entrenador provisional, y después como interino a todos los efectos; ha devuelto la ilusión a la ciudad para tratar de hacer algo más que luchar por no bajar. 

Cómo llega el Nàstic

Esa regularidad que necesitan los grana debe pasar por convertir el Nou Estadi en un estadio infranqueable. Hasta el momento, y sobre todo en los últimos encuentros, los mejores resultados han llegado lejos de Tarragona. Además resultados abultados. Desde que llegó Rodri, dos victorias, un empate y una sola derrota. Estas victorias, como decía, han sido muy claras. Un aplaste victoria por 1-5 en el Arcángel, ante un Córdoba desconocido que puede ser uno de los candidatos a descender. La otra victoria fue este pasado domingo, en uno de los estadio más complicados de la categoría. El Valladolid se podía colocar cuarto si conseguía alzarse con la victoria, pero el Nàstic tenía otras intenciones. Los tarraconenses aguantaron el buen inicio de Valladolid, y aprovecharon la primera ocasión para enmudecer el José Zorrilla. Kakabadze hizo un gran slalom por la banda derecha y colgó el balón al área, donde Maikel Mesa cabeceó a la perfección. Después, el balón fue para los vallisoletanos, que quería rehacerse lo más rápido posible al barapalo. Pero el Nàstic aguantó el chaparrón y llegó al descanso con la ventaja. En la segunda mitad, el guion fue el mismo, solo que el Nàstic aprovechó todavía más el nerviosismo local para golpear dos veces más. Primero fue Jean Luc que aprovechó el fallo de Masip para hacer su primer gol en su primera aparición en la titularidad en esta temporada. Por último, Maikel Mesa logró su doblete en un potente disparo desde dentro del área que selló la victoria grana.

Cómo llega el Oviedo

El Oviedo se encuentra actualmente en tierra de nadie. Situado en la undécima posición, tiene una tarea pendiente: sus actuaciones como visitante. Ya el año pasado con Hierro como entrenador, el equipo atravesó una racha muy mala lejos del su feudo. Este año, con Anquela en el banquillo todo sigue igual. Si bien es cierto que en Carlos Tartiere, siguen cosechando victorias, lejos de él se empequeñecen y los datos son horribles. Son en total tres puntos de 18. Y en los últimos dos partidos fuera, ni un solo gol. Esto significa que solo un 17% de los puntos han llegado  fuera. 

Sin embargo, el último encuentro fue un analgésico para los de Anquela, que vencieron por 3-2 al que era líder hasta el momento, el Lugo. Fue un partidazo en el que cualquiera se habría podido llevar el gato al agua, pero que finalmente Aarón Ñíguez acabó desequilibrando para el Oviedo.

Capítulo de bajas

Por parte del Nàstic, el parón de selecciones volverá a sacudir los planes de Rodri. Dos titulares habituales, como son Dimitrivski y Kakabadze, que se encuentra ya concentrados con sus combinados nacionales. Probablemente, Bernabé, será el elegido por delante de Perales en la portería, que tuvo una gran actuación en su única titularidad con el Nàstic, en Tenerife. 

Por la parte del Oviedo, Toché seguirá siendo el jugador al que echen de menos, después de su lesión que le puede dejar sin jugar hasta 2018. Además, Diegui tampoco estará presente en el partido, tras ser convocado para disputar amistosos con Finlandia.

Posibles onces