Comenzaba el último encuentro de la jornada 14 de La Liga 123 en el Estadio Ramón de Carranza, con un equipo local que aspiraba alto. El objetivo era claro, aprovechar la oportunidad de hacerse con los puntos al completo de los dos últimos encuentros y recuperar la vitalidad del Cádiz de la pasada temporada. No llegó con menos ganas el Reus, que a pesar de los intentos para llegar a portería, veía como el equipo local creaba demasiadas oportunidades en pocos minutos.

Comienzo duro de los amarillos

Se hizo notar desde el primer minuto la presencia de las camisetas amarillas en el área contraria. Trabajo duro en los primeros minutos de juego para el guardameta del Reus, Edgar Badía, que notó la presión de una afición y un rival con muchas ganas de encajar goles. El Cádiz avisó a los visitantes en varias ocasiones hasta que en el minuto 16’ del encuentro se produjo un gol fantasma. Manos arriba, afición sin parpadear, bola que se pasea y  partido que sigue.

Los visitantes no terminaban de adaptarse al terreno de juego

La tensión aumentaba y la presión de los futbolistas era palpable en el terreno de juego, había hambre de puntos. Los jugadores del Reus intentaban aguantar la ofensiva directa de los de Cervera jugada tras jugada. Cada balón parecía una nueva oportunidad de encajar goles y los visitantes no terminaban de adaptarse al terreno de juego y a las condiciones impuestas por el Cádiz CF, que se hizo con el control casi completo del encuentro.

Los locales se hicieron dueños del partido y dieron vida al marcador anotando el primer tanto del encuentro en el minuto 29’. José Ángel Carrillo cabeceó desde el centro del área tras la asistencia de José Mari de saque de esquina, haciendo que no quedasen dudas de la posición del balón, que entró íntegro por el centro de la portería. 

No pasaron desapercibidas las faltas y las dos cartulinas amarillas impuestas por el colegiado Eduardo Prieto Iglesias. Era evidente la presión de los jugadores visitantes que intentaban hacerse con el encuentro tras numerosos intentos frustrados, y las ganas por no despegar el balón de las botas por parte del conjunto de Cervera. El primer amonestado fue Tito en el minuto 18’ y el segundo José Mari en el 25’, ambos jugadores por juego peligroso. 

Foto: La Liga 123
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En reservas

Comenzó la segunda parte del encuentro con las expectativas altas por parte de las aficiones que vieron como el nivel de juego perdía intensidad a la vez que se agotaban los minutos. El Cádiz aunque sin perder las ganas de hacer oportunidades que provocasen un gol, decidió centrarse en relajar el juego y hacerse con el control del partido aunque no con el balón. La presión del Reus por conseguir un tanto para igualar el partido se hacía cada vez más palpable.

La segunda mitad fue el momento de acabar con los cambios para buscar hacer un juego más afectivo. En primer lugar agotaría sus oportunidades López Garai en un intento final por cambiar el resultado del partido, posteriormente comenzaría con sus cambios Álvaro Cervera para asegurar la victoria con jugadores de pilas cargadas.  

En esta mitad lo avisaron los locales con diferentes llegadas haciendo que una de ellas acelerase el corazón de los cadistas. Un remate de las botas de David Querol que se estrella en el larguero y un aviso que no finaliza en dicha jugada. Lo intentó una vez más aunque finalmente acabó en las manos de Cifuentes sin más riesgos para el marco amarillo.

El Reus buscaba opciones para acobardar a un Cádiz que había dado imagen de imparable

El Reus de López Garai sentía como los minutos se agotaban y no eran capaces de anotar un tanto que igualase el encuentro. Buscando opciones fueron capaces de acobardar en numerosas ocasiones a un Cádiz que había dado imagen de imparable pero al que se le quedó la batería a la mitad. Un local inestable que podía desequilibrarse en el momento menos esperado y más deseado para los visitantes.

Cinco minutos de añadido, que no fueron bien recibidos por la afición local que sentía el miedo de hacer reparto de puntos en el tiempo de descuento. Pitos desde la grada que mostraron el descontento de la decisión arbitral acompañados de unos minutos finales cargados de tensión cadista y de un suspiro en el última jugada cuando Cifuentes se hacía con la pelota y sonaba silbato señalando el final del encuentro. 

Foto: La Liga 123
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