El Real Madrid viajó a Nicosia con el claro objetivo de olvidar la situación actual en el campeonato liguero. El pasado sábado no logró firmar una victoria en el derbi ante el Atlético de Madrid a la vez que el liderato se quedaba a diez puntos de distancia. Zidane era consciente de que la dificultad del enfrenamiento ante el APOEL era menor; todo indicaba que hoy era el día para retomar una confianza que parecía perdida. Seis goles han confirmado que el Madrid estaba sediento de goles, victorias y buen juego.

Un once para ir a por todas 

La alineación del Real Madrid simbolizaba la necesidad del equipo de resolver el partido cuanto antes y aprovechar los minutos restantes para dar minutos a los menos habituales. Así se pensó y así fue. Solo Lucas Vázquez fue el jugador menos frecuente en el once titular del Real Madrid. Asensio disfrutó de la titularidad mientras que Benzema y Cristiano seguían fijos arriba.

La pareja Karim - Ronaldo está pasando por una de las etapas más duras desde que comenzaran su periplo hace ocho años. Ronaldo llegaba a Nicosia con seis goles en cinco partidos en Champions. Benzema todavía no se había estrenado en la Liga de Campeones mientras que solo había marcado una diana en todo el campeonato liguero al igual que Ronaldo. La noche acabó redonda: ambos jugadores consiguieron doblete. Dos goles que no fueron trascendentales en el resultado pero que proporcionan una ayuda anímica considerable para ambos.

El contraste de rendimiento mostrado por Cristiano Ronaldo es uno de los sucesos que más están dando que hablar en la presente temporada. El delantero portugués parece sufrir una metamorfosis al escuchar los sones del himno de la Champions League. Busca el gol de una manera tan efusiva que nunca cesa de correr aunque el marcador esté con un cuatro a cero a favor. Al jugar en Liga sus acciones se ablandan y se aleja de la versión del Cristiano insaciable y goleador. El doblete conseguido sirve para clasificar al Real Madrid a los octavos de final. Por consiguiente, su valor se duplicará si consigue transmitir este espíritu a la competición regular.

Los minutos a suplentes han sido claves

Zidane predecía un marcador favorable en poco tiemo. Sus jugadores cumplieron y las rotaciones llegaron. Theo, Dani Ceballos y Borja Mayoral disfrutaron de unos cambios muy necesarios debido al hermetismo al que el técnico francés está acostumbrando a su plantilla. Del trío de suplentes Mayoral ha sido el más castigado a lo largo de la presente campaña. Solo empezó desde el inicio en la visita del Real Madrid a Anoeta donde fraguó una notable actuación que no ha tenido recompensa.

Compromisos fáciles para un diciembre complicado

Apoel, Málaga y Fuenlabrada. Tres equipos para cerrar el mes más difícil de Zidane tanto en resultados como en sensaciones. La exigencia de estos tres equipos es menor, tanto por resultados como por el contexto. El Bernabéu recibe a un equipo sumergido en el descenso y a una plantilla de Segunda División B.

La primera oportunidad para retomar la confianza perdida ya ha sido aprovechada con los seis goles en terreno chipriota. Borussia Dortmund, Sevilla y Barcelona esperan en un diciembre que también trae el Mundial de Clubes como reto. Un mes apasionante que, si se salda con éxito, borrará todas las críticas que la plantilla y el cuerpo técnico están recibiendo en los últimos partidos. A males mayores, grandes actuaciones.