El Real Madrid tuvo que viajar hasta Chipre para encontrar su tesoro más preciado que había perdido desde septiembre: los goles. Si por algo se ha caracterizado hasta ahora el conjunto de Zidane es por su capacidad goleadora. El aficionado madridista se acostumbró a celebrar al menos un gol por partido, de ahí el récord que batió la temporada pasada de partidos consecutivos marcando. No se entiende un Real Madrid sin gol y ese olfato lo tenía algo denostado este año.

Pero no existe ningún remedio mejor para curar los males del conjunto blanco que la Champions League. Cada vez que escucha ese himno el equipo se transforma y ayer, tras muchos partidos sin hacerlo, volvió a golear a su rival. El madridismo seguro echaba de menos la sensación de superioridad exhibida por el equipo de Zidane durante todo el encuentro. Tuvo al APOEL a su merced y en cuanto apretaba el acelerador un poco, caía un gol. Prueba de ello es que, al descanso se marcharon ganando ya por 0-4 con un doblete de Benzema, un gol de Modric y otro de Nacho. Un dato más que significativo, pues el Real Madrid no marcaba cuatro goles en los primeros 45 minutos de un partido europeo fuera de casa desde hace casi 40 años. Fue un 27 de septiembre de 1978 en la primera ronda de la Copa de Europa ante el modesto Progrés Niedercorn, equipo de Luxemburgo. En ese partido, el conjunto entrenador entonces Molowny también se marcharía a los vestuarios ganando por cuatro goles de diferencia con tantos de Pirri, Henning Jensen, Uli Stielike y Santillana. Dicho partido acabaría aún mejor que el disputado en Nicosia, pues el conjunto blanco acabó ganando por 0-7.

Lo más importante es que no solo recuperó el gol el equipo, sino que lo hicieron los jugadores que más lo necesitaban, aquellos que tienen que llevar la batuta goleadora del Real Madrid. Con un Cristiano y un Benzema en plena forma y viendo puerta con facilidad, este bache de partidos pocos tantos quedarán simplemente como un pequeño accidente.

Por tanto, el partido de ayer no fue solo una victoria más. Sin duda, recuperar el olfato goleador del equipo será una importante inyección de moral necesaria para afrontar este duro mes que les espera a los hombres de Zidane en el que se jugarán el todo por el todo en hasta cuatro competiciones. Con el gol recuperado, el Real Madrid volverá a ser el equipo que enamoró al mundo la temporada pasada.

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