La Peña Sport de Tafalla ha conseguido recuperar la sonrisa. Tras once partidos consecutivos sin conseguir un sólo punto, los forales han sumado cinco de los últimos doce en juego. La permanencia sigue estando muy lejos para la Peña, pero lo cierto es que moralmente, el plantel ha experimentado una gran mejoría. San Francisco pudo festejar la primera victoria de los suyos (2-0 ante el Caudal de Mieres). Además, el conjunto tafallés acumula por primera vez en la temporada dos partidos sin conocer la derrota. 

La llegada de Rodrigo Hernando al banquillo ha supuesto un gran aliciente para la plantilla. Con sus ideas modernas y sus buenos conocimientos de fútbol, el técnico burgalés está consiguiendo hacer mejorar a su equipo jornada tras jornada. El club ha conseguido aumentar su cuenta de goles anotados hasta los 8, si bien es cierto que los 30 goles encajados hasta la fecha son los causantes de su mala situación deportiva. 

Sufrir y disfrutar, a partes iguales

El calendario, por su parte, está beneficiando a la Peña. Los navarros están encadenando partidos contra rivales directos, muchos de ellos en muy mala situación, como son los casos de Lealtad y Caudal, precisamente los conjuntos contra los que han conseguido los cuatro últimos puntos. El fútbol sigue, y este fin de semana, nuevo partido clave en San Francisco. Esta vez contra Osasuna B, otro rival por la permanencia. De ganar, los de Tafalla se colocarían ya con 8, pudiendo ponerse a tiro de piedra del Caudal, cosa imposible hace apenas unas jornadas.

Deben sumar todo lo que puedan los de Tafalla antes de Navidad, ya que el inicio de 2018 será un auténtico Tourmalet para ellos. Visitas a Real Unión y Gernika y rivales en casa como Racing, Mirandés y Leioa, casi nada. El inicio del año que se avecina determinará si el club va a tener algunas opciones de mantener la categoría o si por el contrario su destino será el descenso a la Tercera Navarra. Para un club con apenas cien mil euros de presupuesto, es difícil competir en esta cada vez más profesionalizada Segunda B. Como mínimo, los de San Francisco podrán tener la oportunidad de jugar y tratar de competir contra auténticos equipazos. Quizá en algunos años veamos a alguno de ellos visitar los campos de Primera, como ya hicieran Eibar, Alavés y tantos otros, saltando de Segunda B.