En una liga compuesta por equipos de varias de las comunidades del estado español, cabe destacar la multitud de conjuntos vascos que hay en ella. Real Sociedad, Athletic Club de Bilbao, Deportivo Alavés y Sociedad Deportiva Eibar representan al País Vasco en La Liga. En esta ocasión, Alavés y Eibar se enfrentarán, en la que se espera que sea, la fiesta del fútbol vasco. Babazorros y armeros enfrentados por un mismo objetivo: ganar.

La situación de ambos deja mucho que desear, sobre todo, la del Alavés, próximo rival del Eibar. Los comienzos fueron duros. Tras marchas importantes como la de Theo Hernández o la del propio Marcos Llorente, además de la del míster, Mauricio Pelegrino, el equipo se quedo sin su base. Los cimientos que mantenían sólido el bloque se fueron y las carencias de los alaveses comenzaron a salir a la luz.

A las órdenes de Zubeldía, el Alavés no logró saborear el glorioso sabor de la victoria. No llegó a hacerlo, y es por ello que, desde los despachos decidieron prescindir de sus servicios para dar paso al entrenador italiano, Giani De Biasi. Un técnico curtido en mil batallas, con experiencia a nivel internacional y nacional. Un aspecto que resultó ser determinante para su contratación fue su idea de fútbol. Una idea propia de un italiano. De Biasi es de empezar por construir los cimientos para, de manera paulatina, ir creciendo. Así lo ha hecho, o al menos, lo ha intentado. Desde atrás para adelante.

Todo comienza por confortar una defensa sólida, de garantías. Para ello, cambió radicalmente el esquema. El 4-2-3-1 de Zubeldía pasó a ser un 5-3-2 en defensa y 3-5-2 en ataque. Con esto, De Biasi se aseguraba tener 5 zagueros, como mínimo, y podía generar peligro por lo costados en ataque. Tal formación incrementaba la importancia de Carlos Vigaray y Alfonso Pedraza, conviertiéndolos en piezas clave de su sistema. De todos modos, De Biasi no ha logrado gran cosa. Los problemas defensivos siguen ahí. No obstante, los arietes comienzan a ver puerta, pero al conceder mucho, los tantos pasan a ser banales. 

A día de hoy, parece ser que el cambio de entrenador ha sido un acierto, pero los más exigentes se mantienen cautelosos y críticos incluso. Claro está, que las historias de Alavés y Eibar tienen un cierto parecido. Por el contrario, cada equipo llega en una dinámica distinta, muy distinta. Los babazorros vienen de ser goleados ante un enchufado Getafe, mientras que los armeros golearon por cinco a cero a un blando Betis, logrando levantar el vuelo. Por esto y mucho más, el espectáculo está servido.

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Joseba Ormazabal Fernández
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