Viernes. Nueve de la noche. Cualquiera podría pensar que se jugaba un partido de Champions League por el horario. Pero no era así. Se jugaba un partido de LaLiga Santander. Un Celta de Vigo-Leganés en Balaídos. Noche fría en Vigo para vivir un partido con ilusión por ambas partes: el Celta de Vigo en busca de acercarse a las posiciones de Europa League y el Lega pelear por seguir sumando y meterse entre las primeras seis posiciones en la tabla.

El C.D. Leganés visitaba la ciudad gallega tras venir de perder por cero goles a tres contra el F.C. Barcelona en el Estadio Municipal Butarque. Por su parte, el Celta pensaba en volver a lograr la victoria después de que el Sevilla lograra remontarles y acabar el partido dos a uno.

El partido comenzó con un tanteo entre los dos equipos. Poca precisión y si había algo que destacar, quizás era la posesión, que estaba muy repartida entre ambos clubes en los primeros minutos, aunque poco a poco, esa posesión se fue incrementando hacia el lado de los 'pepineros'.

La lluvia y los puntos cayeron a tiempo en Vigo. Salió con ganas el Lega, pero su mecha fue muy corta. Poco duró y pronto empezó a dominar el partido el Celta, que se hizo con la pelota y con las mejores ocasiones de la primera parte. Su buen juego por las bandas, en especial en la de Jonny, sirvió para ver las mejores ocasiones y, en una de sus internadas llegó el primer gol.

Un agarrón de Erik Morán sobre Jonny no dejó dudas a Hernández Hernández, que señaló la pena máxima antes de que Iago Aspas inaugurara el marcador. El fútbol era justo con el Celta, que había tenido en su estrella gallega y en Maxi Gómez otras buenas ocasiones, aunque todas solventadas por un muy inspirado Cuéllar. Solo un gran dispar de Gumbau, que encontró una gran estirada de Rubén, creó algo de peligro visitante.

Mismo guión y más lesiones

En la segunda parte parecía que se viviría más de lo mismo, con los de Unzué dominando el juego y las ocasiones. Sisto y Mallo pusieron en apuros a Cuéllar y el Lega sufría su segunda lesión. La primera, en la primera parte, de Brasanac, y en la segunda, de Siovas. Contratiempos que, no obstante, no mermaron sus ganas de sacar algo positivo del estadio vigués. El técnico navarro movía el banquillo con la entrada de Guidetti y Emre Mor, pero los madrileños empezaron a asomar la cabeza. Szymanowski, que fue de menos a más, dispuso de una gran ocasión, pero su disparo pasó muy cercad el palo de la meta de Rubén.

Poco después, Guidetti pudo sentenciar tras un gran balón qje le pone Wass al sueco, pero tardó bastante en disparar y el esférico se estrelló en el guardameta 'pepinero', Cuéllar. Pero más increíble aún fue la ocasión que tuvieron los de Garitano en el minuto 85, cuando Guerrero, de forma incomprensible, falló en el segundo palo cuando estaba totalmente sólo. Bastaba con empujarla, pero un resbalón, fruto de la lluvia, hizo que perdiera el equilibrio para delirio de la escasa afición que se acercó a Balaídos.

Es por ello que, finalmente, la victoria se decantó en el lado del equipo local, que perdonó muchas ocasiones y terminó sufriendo ante un Leganés que fue de menos a más. Los gallegos se alejan del descenso e igualan a los madrileños con 17 puntos tras el gol de penalti de Aspas, pero superándoles en la tabla. Cuarta derrota consecutiva para los de Garitano y gran homenaje al Toto Berizzo, un ídolo en Balaídos.