No hay nada escrito todavía, aunque diciembre ya está a la vuelta de la esquina, lo que parecía un dilema a principios del mes de noviembre para el Real Madrid ya no parece tan problemático para los blancos a estas alturas, aunque todavía queda remar mucho para recuperar sensaciones. De repente llega la Copa, esa competición que queda estancada cuando se juega el partido de ida a finales de octubre, y no vuelve a pasearse por el calendario hasta un mes después.

La Copa llega como un bálsamo para los blancos, y como un halo de luz esperanzador para el Fuenlabrada. Según los bandos se pueden destacar opiniones distintas acerca de las emociones que puede dejar el próximo partido en el Bernabéu, pero si de algo se puede estar seguro es que en el fútbol no hay nada escrito y nada es imposible hasta que el colegiado pite el final del encuentro. El resultado de 0-2 cosechado en el partido de ida a favor del Real Madrid puede parecer determinante para los de Zidane, pero lo cierto es que los pupilos del técnico francés ya se han llevado esta temporada varios chascos y pérdidas de puntos ante equipos a priori con los que no debería haber tenido problemas en exceso.

Es por ello que a pesar de que el colchón que disfrutan los madridistas no es poca cosa, los jugadores del Fuenlabrada bien pueden creer en una remontada histórica que les dejaría con la moral por las nubes para afrontar todo lo que resta de temporada. Sin embargo, no conseguir la clasificación para los octavos de final de Copa para los de Zidane, significaría poco menos que la activación de todas las alarmas.

Posible plan B para sentenciar

Después de conseguir los tres puntos ante el Málaga, el Real Madrid consiguió dar el primer paso en su carrera hacia el primer puesto de la clasificación, con los tantos de Benzema, Casemiro y Cristiano. Fue el once titular el que logró la victoria este fin de semana pasado, y muy posiblemente será el plan B de Zidane el encargado de finalizar el partido de vuelta ante el Fuenlabrada en el Bernabéu. Los de Zidane alcanzaron un cómodo 0-2 en la ida y no esperan que se les pueda escapar una eliminatoria que en ningún momento vieron peligrar al menos en el estadio Fernando Torres, con goles de Marco Asensio y Lucas Vázquez, ambos de penalti.

Queda lejos aquel partido, la Copa ha vuelto pero desde entonces la situación madridista ha pasado por momentos inusuales. Los de Zidane han vuelto a clasificarse a octavos de final de la UEFA Champions League como segundos de su grupo por segunda temporada consecutiva. En cambio, en liga, el conjunto blanco se encuentra en la cuarta posición de la tabla empatado a puntos con el Atlético de Madrid, a cuatro puntos del Valencia y a ocho del Barcelona, lo que significa que mucho tienen que cambiar las cosas para que el Real Madrid vuelva a encontrarse donde suele acostumbrar.

El partido ante el Fuenlabrada se presenta como otro eslabón fundamental en la lucha por conseguir recuperar la verdadera identidad madridista y poder volver a ser la apisonadora blanca que con Zidane han sido casi siempre, pero sobre todo, para continuar en el camino de una Copa del Rey que el conjunto merengue no consigue alzar desde abril del año 2014. Para ello, es más que posible que los hombres elegidos por Zidane para esta tarea sean los menos habituales en el once blanco.

No renunciarán al milagro

Al otro lado de la línea divisoria entre ambos equipos, se encuentra el modesto Fuenlabrada, un equipo humilde de Segunda División B que no va a renunciar a continuar en la lucha de un título que ilusiona por cada eliminatoria que pasan los equipos de categorías inferiores a la Primera División.

Además, el Fuenlabrada en su competición doméstica está haciendo bastante bien sus deberes, ya que se encuentra líder del Grupo 1 con 37 puntos, aventajando en cinco puntos al Fabril, segundo clasificado.

El Fuenlabrada buscará la épica y conseguir llegar a los octavos de final de la Copa del Rey eliminando a un Real Madrid en horas bajas, algo que recordaría a episodios históricos como el alcorconazo en 2009, que demuestran que no siempre el equipo grande es el que triunfa y pasa de ronda.

Árbitro: Pablo González Fuertes

Nacido en Gijón en el año 1980, dirigió más de 100 partidos en segunda división durante cinco años, consiguió su debut en primera división en el pasado mes de agosto, nunca ha dirigido un partido en el que se encontrase el Real Madrid.