El Espanyol aún no sabe que es ganar lejos del RCDE Stadium. Esto entorpece la proyección del equipo hacia la zona noble de la clasificación. Este domingo tendrá de nuevo la oportunidad de romper esta estadística ante el Eibar, en Ipurua.

El conjunto de Quique Sánchez Flores no conoce todavía la victoria a domicilio. Tras salir derrotado ante el colista, el Alavés, los pericos sólo han sido capaces de embolsarse tres puntos de los 18 posibles como visitante. Tres empates ante el Sevilla, Real Sociedad y Villareal; y tres derrotas ante el Barcelona, Real Madrid, y Alavés.

Cabe recordar que los pericos ya han pasado por el Camp Nou, jugando frente a un equipo que está pasando por un momento muy dulce, y que aún no ha concedido ningún punto en casa. También ha pasado por el Bernabéu, aunque los merengues no estén atravesando su mejor momento, siempre es una visita de extrema dificultad.

El equipo está concentrado para intentar resolver esta situación. La victoria frente al Getafe, y la gran actuación frente al Valencia dan alas a unos jugadores que han conseguido colocarse en la zona media de LaLiga, dándoles la oportunidad de soltar el lastre de la presión que se cuece en las posiciones más cercanas a la zona de descenso.

El técnico blanquiazul está contento con el juego de sus jugadores, “somos conscientes de que hemos hecho buenos partidos durante la temporada, y eso nos tranquiliza. Si fuera por sensaciones estaríamos cumpliendo el objetivo”. Pero eso no priva al madrileño a hacer autocrítica, “también sabemos que si queremos estar cerca de nuestros objetivos tenemos que empezar a sumar victorias”.

Sin duda, el partido de Ipurua será una prueba de fuego para los catalanes, pero también será una gran oportunidad para dejar atrás la maldición del visitante. Algo que lleva inquietando a todo espanyolista en lo que va de temporada.