La cruel derrota del pasado domingo ante el Sevilla por 2-3 trajo consigo la primera derrota de la era Calleja en LaLiga Santander y la confirmación de que el conjunto andaluz es la particular bestia negra del Submarino. Al conjunto amarillo en los últimos tiempos le es muy difícil sacar puntos ante el conjunto de Berizzo, tanto es así que en los últimos once partidos solo ha podido ganar en una ocasión, en 2015 por 2-1 cuando los inquilinos de los banquillos aún eran Marcelino y Unai Emery.
 
Para buscar las causas de la dificultad de vencer al Sevilla quizás haya que fijarse en la extraordinaria capacidad de competitividad que tiene el conjunto hispalense, como se puso ver la semana pasada tanto en la remontada en el Estadio de la Cerámica, como ante el Liverpool en el Ramón Sánchez Pizjuán al remontar un 0-3. El particular empacho de enfrentamientos entre ambos equipos tuvo su punto álgido durante la campaña 2014-2015 cuando se enfrentaron un total de cuatro veces entre Liga y Europa League con pleno de victorias para el conjunto hispalense.
 
Cierto es que tras esa temporada, la igualdad entre ambos equipos volvió a estar presente, ya que hasta el partido del domingo el balance era de una victoria para cada equipo en la temporada 2015/16 y dos empates sin goles la pasada temporada.
 
La derrota del pasado domingo supuso un duro golpe para Calleja, los números del técnico madrileño eran tan sumamente positivos que el Sevilla sorprendió a todos cortando esa racha, ahora el Submarino está ante la obligación de rehacerse en los próximos partidos hasta que llegue el parón de navidad. Ponferradina, Leganés, Maccabi, Barça y Valencia son envites lo suficientemente incómodos para medir el grado de respuesta del técnico amarillo tras el primer revés