El CD Lugo visitó el pasado domingo al Sevilla Atlético en el partido correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga. Los gallegos llegaban a la provincia andaluza con buenas sensaciones en cuanto a juego y resultados, pero el partido se complicó en los primeros minutos. El conjunto albivermello, más irregular en la primera mitad, consiguió cambiar las tornas en la segunda, con un juego mucho más efectivo que derivó en el empate. El Lugo se creyó que podía remontar y fue a por todas buscando el segundo gol, con buenas entradas desde banda abriendo mucho el campo para hacer daño a los locales. Sin embargo, no lo consiguió, empatando con un Sevilla Atlético abonado a estos resultados.

La pifia: mala gestión lucense

Los gallegos salieron a por el partido contra un rival que poco tenía que ver con el Sevilla Atlético habitual. La entrada de muchos nombres no tan habituales en el conjunto andaluz desconcertó a un Lugo que tardó en entrar en el partido. El juego realizado en la primera mitad, se vio superado por un filial sevillista muy ordenado con y sin balón. El gol tempranero y la manera en la que el Sevilla Atlético interpretó el partido tras el mismo, tampoco beneficiaron a un Lugo que en ocasiones parecía que le podían las prisas. Ya en la segunda mitad, la charla de Francisco surtió efecto, pues los gallegos salieron a jugar con más orden y tranquilidad, dominando el encuentro y volteando poco a poco la situación hasta empatar la contienda.

El detalle: gol ilegal a favor de los locales

En directo generó dudas pero tras ver la repetición queda claro que el gol del Sevilla Atlético no debió haber subido al marcador. El delantero sevillista Carlos Fernández partía de posición antirreglamentaria en el momento en el que su compañero, Olavide, probaba los reflejos de Juan Carlos. Ni el árbitro Gorostegui Fernández ni sus asistentes fueron capaces de verlo. Un error importante en los primeros minutos que pudo cambiar el devenir del partido.

Los porteros: no fue el día

En un partido en el que ambos equipos se anularon completamente durante muchos minutos, el juego en el medio campo fue el protagonista, con pocas ocasiones para ambos equipos. La falta de puntería fue su mejor aliado, tanto en el caso de Soriano como en el de Juan Carlos. Aun así, los dos goles vienen precedidos de malos rechaces de ambos guardametas, por lo que no tuvieron su día. A los dos se les vio muy dubitativos, pero solventaron el resto de ocasiones con éxito.

El partido en datos

Los lucenses, pese a no dominar la primera mitad, sí dominaron la posesión durante todo el encuentro, con un 57% total por el 43% de los locales. Esto también se vio reflejado en las ocasiones, con 9 remates gallegos (tres a puerta) y seis andaluces (dos a puerta). Más allá de esto, el partido estuvo caracterizado por el juego duro de ambos equipos, con 18 faltas locales por 27 visitantes, destacando las dos tarjetas amarillas para los primeros y las tres que vieron los segundos.