La Agrupación Deportiva Alcorcón sumó un punto en la visita de la Sociedad Deportiva Huesca al Municipal de Santo Domingo. Ya son 5 jornadas al hilo en las cuales los alfareros no conocen la derrota. 4 empates y 1 victoria que tratan de reforzar a un equipo que compite bien, pero que no termina de asestar los golpes definitivos a los rivales para sumar a pasos más agigantados. 

El encuentro arrancó con un ritmo vertiginoso y con un Alcorcón decidido a presionar a toda costa la salida de balón de su rival. Julio Velázquez se dejaba la voz recordando a sus pupilos lo que tenían que hacer. Parecía que ambos conjuntos habían calcado su estilo de juego, es decir, presión constante al poseedor del balón, juego directo buscando de manera rápida las transiciones y sorprender por alto a los centrales con pases de larga distancia. 

Rápidamente se abrió la lata. Jonathan Pereira consiguió un fantástico balón que superó la espalda de toda la defensa, para plantarse en un mano a mano con el meta, pero de manera inexplicable lo erró. No obstante, muy atento a la jugada, Álvaro Peña se hizo con el rechace pera recortar al guardameta y con temple, anotar el tanto que supondría el 1-0 cuando llevábamos 15 minutos de juego.

Apenas 10 minutos después, en un nuevo balón largo desde la defensa oscense, iba a llegar el empate. Esteban Burgos midió mal su posición y erró al intentar despejar el esférico, que recogió con gusto Ezequiel Ávila para fusilar a Casto, que poco pudo hacer ante tan solvente definición. Se desataba la alegría del banquillo visitante y de los más de 300 aficionados que se habían desplazado para animar a su equipo. 

A continuación Luso dispuso de una buena oportunidad al caerle un balón franco en el borde del área, pero su chut no encontró portería. 

Nadie quería la pelota y el mediocampo no tenía temple alguno, ni tampoco se apreciaba control en la maquinaria. El juego era un ida y vuelta constante en el que no les importaba a ambos quedar expuestos. El Alcorcón llegó a rematar más, pero sin gran peligro. 

Para dar cpmienzo a la segunda parte, Velázquez introdujo un cambio que dio otra cara al equipo. Álvaro Giménez entró en lugar de Errasti. Se pasó a un 4-4-2 y el Alcorcón se encontró muy cómodo en esta situación, logrando poso con el balón y dando mayor sensación de peligro. Sangalli llegó a finalizar una buena jugada de contraataque con un disparo medido desde la frontal, en el cual Remiro tuvo que estirarse a fondo para mandar a córner. 

También, Jonathan Pereira dispuso de una buena ocasión, al rematar de volea en el borde del área pequeña un balón caído del cielo tras una jugada lateral, pero el cuero se marchó alto. En el min 74, el Huesca dispuso de una falta peligrosa que Cucho se encargó de ejecutar, pero para su desgracia, resbaló y su disparo fue defectuoso, marchándose lejos. 

Por hechos, el Alcorcón demostró que siempre quería más y que el empate no era malo, pero tampoco lo mejor. Así que en esa lucha por alejarse lo máximo posible del descenso, este punto se considera como valioso en vistas de lo que se tenía enfrente. Por contra, el Huesca puede presumir de que a cualquiera le gustaría estar en su situación a día de hoy. 

No queda otra que seguir trabajando en la misma dirección dado que esta liga es un maratón de muy larga distancia. El próximo compromiso del Alcorcón es nada más y nada menos que un señor derbi, en Vallecas, ante el Rayo.