Cuando más estaba aportando Sergio García al juego del Espanyol, llegó una infausta lesión para alejarlo de diez a 15 días de los terrenos de juego, en un momento en que Quique lo necesitaba para salir del bache en que se encuentra el elenco blanquiazul.

La lesión se produjo en el partido ante el Eibar, cuyo resultado de 3-1 adverso para los pericos se conjugó con la rotura de Falete en un intento de regate. Todas las noticias fueron malas en el campo de  Ipurúa para un Quique Sánchez Flores que, de a poco, ha comenzado a ser cuestionado por la afición espanyolista.

Sucedió en el minuto 5, y tras sentir el dolor pidió inmediatamente el cambio para evitar males mayores. En definitiva, le fue diagnosticada una lesión muscular de grado uno en el aductor de la pierna derecha  y deberá recibir fisioterapia para ir mejorando de manera gradual y regresar en el mínimo intervalo posible.

Por ende, Sergio García no podrá entrar en los planes del técnico para el importante partido del lunes ante el Girona, por demás un derbi que se disputará por primera ocasión en la  máxima categoría y decidirá en cierta medida el futuro del proyecto de Quique en la actual temporada.

Las alternativas en ataque deberán recaer, sobre todo, en la efectividad de cara a puerta de hombres como Gerard Moreno y Baptistao, así como el aporte que puedan ofrecer en zona de cración Pablo Piatti, Jurado o Esteban Granero, aunque valdría citar que este último no ha sido empleado como se esperaba por la dirección del equipo.

Queda entonces esperar para que se consume el regreso de Falete a corto plazo, pues sin dudas en los últimos partidos había mostrado estar en buena forma física y tener toda la disponibilidad para ayudar al equipo de su corazón a ascender en la tabla de posiciones.