En los preludios del partido, la afición blanquilla conocía la alineación de su equipo. Nada cambiaba respecto a Gijón. Un once que parece que agrada y que encaja con la idea de los aficionados blanquillos. Bufanda en mano los valientes que se atrevían a combatir el frío tomaban asiento confiados de poder lograr la victoria que le diera algo de estabilidad al equipo.

Bien hasta la expulsión

Sonaba el silbato y el balón corría en la Romareda. Un Real Zaragoza bien plantado iba creciendo a medida que transcurrían los minutos. En frente un Cádiz confiado, en racha ascendente y centrado en el juego por bandas como acostumbra. Nada destacable, no pasaba nada en las áreas, típico partido de Segunda.

El Zaragoza pudo perder a Papu al inicio de la primera parte, el georgiano propinó un brutal planchazo que quedó impune y el dorsal ‘19’ se libró de marcharse a la ducha antes de tiempo.

Durante estos minutos iniciales, sin ser el partido de excesiva dureza, el Real Zaragoza acumulaba dos tarjetas amarillas y quizá varias faltas no pitadas. En uno de estos lances, cuando el balón ya se perdía por línea de fondo, Alberto Zapater y Diogo Verdasca se acercaban a reclamarle al árbitro pues sentían que el colegiado no estaba siendo justo. Fruto de esta protesta, Diogo Verdasca fue expulsado por decirle “eres muy malo” a Cordero Vega estando el portugués a tan solo un metro del colegiado.

El cronómetro tan solo marcaba el minuto 28 y al Real Zaragoza le quedaba un largo partido por delante. Natxo González sacrificaba a Vinicius para situar en el campo a Valentín y por su parte Cervera se veía obligado a sustituir a José Mari por lesión.

Llegaba el descanso. Sin ningún peligro para la portería de Cristian Álvarez y con la ambición de conseguir la hazaña tras el descanso.

Sin opciones en la segunda parte

Volvía a rodar el balón por el verde de la Romareda. Un Zaragoza bien colocado esperaba las acometidas del Cádiz con intención de salir a la contra. Tras siete minutos de la segunda parte, balón a la espalda de la defensa, error defensivo de los centrales y con dos toques Álvaro García batía al guardameta argentino.

A pesar de todo, la Romareda intentó alentar a los suyos para que sacaran fuerzas para intentar un gol que aparentemente se planteaba ya imposible. Llegado el minuto 68, balón atrás, Cristian controla mal y se ve obligado a hacer mano a 20 metros de su área. Se acabó, roja directa. Si alguno en la Romareda tenía algo de esperanza esta se marchó por el túnel de vestuarios junto con el argentino.

Con esta nueva expulsión, Natxo tuvo que recomponer el equipo de nuevo. Álvaro Ratón salió en lugar de Aleix Febas y Zapater poco después abandonó el campo para dar entrada a Toquero. Pese a la situación de inferioridad, no se vio un mal Zaragoza en los minutos finales que tímidamente se acercó al área de Cifuentes. Tras una de estas intentonas llegó la sentencia gaditana en el tiempo de prolongación y se terminó el calvario vivido ayer en el feudo zaragocista.

Partido sin mucho fútbol el vivido ayer en la Romareda y los aficionados se marchaban de nuevo con la cabeza gacha, viendo como los gaditanos celebraban la victoria y como el Real Zaragoza era de nuevo incapaz de ganar en casa. Culpa del árbitro o no, el Real Zaragoza sigue sin hacer los deberes como debe en su estadio. Veremos como reacciona el equipo con dos partidos fuera de casa tras este duro varapalo.

Así es como el Real Zaragoza se despedía de su casa hasta 2018, tras haber cosechado 4 victorias en su estadio en todo el 2017.