La hastiada afición blanquiverde por fin ha despertado. Tras semanas en las que la afluencia al estadio ribereño iba cada vez más en caída libre, este último partido ante el rayo, si bien no llegando a las asistencias habituales en años anteriores, sí que la afición ha vuelto a su estadio.

Y quizá lo han hecho movidos por un sentimiento de unión ante el desastre que se está produciendo, ante una espiral de despropósitos en la gestión de una familia González, máximos accionistas del club, que cada vez vive más alejada de la grada, de los sufridores aficionados que cada vez están más cansados.

Este domingo se convocó una protesta llamada #abrazaelarcangel que consistía en literalmente “rodear” el estadio uniendo las manos para así demostrar que ese es nuestro fortín, el motivo de nuestra ilusión y como dice el lema de una plataforma de aficionados “El Córdoba somos nosotros”.

La protesta fue todo un éxito, pues casi un millar de aficionados consiguieron “rodear” un arcángel, que por cierto apareció en la mañana del partido lleno de carteles en contra de los máximos accionistas, con lemas como “jeques fuera”, “González vete ya”, etc.

Una protesta pacífica pero a la vez llena de significado que consiguió unir a una afición que siempre ha estado unida y que estaba entrando en coma, tanto por los resultados del equipo que estaban haciendo cundir la desilusión en la grada, como por las decisiones que desde la planta noble se están tomando.

La protesta continuó dentro del estadio, pues también se había organizado el no cantar el himno y dar la espalda al palco justo cuando éste sonara. Cuando saltaron los jugadores el club no tuvo más remedio que subir la megafonía porque nadie o casi nadie cantaba el himno. Tras acabar y antes de empezar el partido voces unánimes de “González vete ya”, “directiva dimisión” desde todos los rincones del campo, incluso desde aquellos que tradicionalmente han sido afines al palco.

Una vez comenzado el partido, y tal y como se había pedido, la grada estuvo 100% con los jugadores, que son los que verdaderamente pueden y deben sacar al club de esta situación.

Una alegría que la afición vuelva a estar unida y despertar de su letargo.

Por último destacar la despedida de otro de los iconos de la afición, de Fran Carmona, la persona que hasta ayer encarnaba a la mascona del club, a Koki, que deja su puesto. En el próximo partido Koki volverá a estar, esperamos que quien lo encarne tenga al menos la mitad de sentimiento y pasión que Fran le ponía partido a partido.