El FC Barcelona aprovecha el pinchazo del Valencia para continuar, más líder que nunca, al frente de la clasificación. Una exhibición de fútbol azulgrana tomado el Camp Nou contra un Deportivo que intentó hacer todo lo posible para poner en apuros a los locales pero no lo consiguió.

Los de Valverde disfrutaron de una gran cantidad de ocasiones, pero los palos y un magnífico Rubén frustraron una mayor goleada local. Las sensaciones del Barça fueron muy buenas y dejan a los aficionados con mucha confianza antes de viajar a Madrid para enfrentarse al eterno rival.

El Deportivo, por su parte, intentó luchar de tú a tú con el Barcelona, pero su gran actitud en ataque acabó dejando muchas fisuras en defensa y permitiendo al Barça disfrutar de ocasiones más que claras de gol.

Estos chicos tienen hambre

Con el pinchazo del Valencia y el Real Madrid sin poder disputar esta jornada a causa del Mundialito de Clubes, el Barça debía aprovechar la oportunidad que le brindaba esta jornada. Una oportunidad que los chicos de Valverde abrazaron desde el primer minuto, saliendo a por todas.

El once inicial era muy parecido al de las grandes ocasiones, a diferencia de algún que otro cambio. De manera prácticamente obligada, Valverde dejó a Busquets fuera del partido. Con el centrocampista apercibido de sanción en liga, el entrenador azulgrana no podía permitirse que uno de sus pilares viese la quinta amarilla y se quedase fuera del Clásico de la próxima jornada.

Fue así como Paulinho acabó colándose en un once que no por diferente dejaba de se interesante. Una formación de 4-4-2 en rombo en el centro del campo permitía a Leo organizar el ataque desde detrás de los dos puntas, Suárez y Alcácer sin perder la llegada ni la capacidad de sorpresa de ninguno de los centrocampistas.

El Barcelona salió al campo con todo, con ganas de dejar atrás al Valencia, complicar las cosas al Madrid y frenar el intento de remontada del Atlético, ya segundo en la clasificación. Y es que no tardaron ni cinco minutos en tener la primera ocasión clara. Ocasión por llamarlo de alguna manera.

Y es que ya en el quinto minuto del encuentro, Messi filtró un balón para Alba que lo devolvió al centro para que Suárez rematase a placer. Gol… Hasta que los jugadores vieron que el asistente había levantado la bandera. Y es que Jordi Alba estaba en posición de fuera de juego cuando Messi realizó su pase.

El Deportivo, sin embargo, decidió no esconderse en ningún momento y, pese a las acometidas del Barça, no dudaron en salir al ataque y descuidar, en más de una ocasión, su defensa. Una apuesta arriesgada la del Dépor, que mientras les sirvió para adentrarse en el área de Ter Stegen en más de una ocasión, también dejó al Barça con muchas opciones de salir a la contra.

Todo parecía ir bien para el Barça. Vermaelen seguía demostrando su buen nivel y dejaba garantías de cara al Clásico, mientras el equipo seguía sacando provecho del puñal que lleva siendo Jordi Alba todo el año. Sin embargo, las malas noticias estaban a punto de llegar. Y es que, en el minuto 21, Paco Alcácer tuvo que retirarse del terreno de juego con problemas musculares. El delantero azulgrana estaba disfrutando de su mejor racha desde que llegó al equipo y, justo ahora que se estaba ganando un puesto en el once, recibe este varapalo. Habrá que ver, de todos modos, cuál es el alcance de la lesión del jugador.

Paco Alcácer tuvo que retirarse del partido con un problema muscular. | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL.com)
Paco Alcácer tuvo que retirarse del partido con un problema muscular. | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL.com)

El cambio obligado permitió la entrada de Aleix Vidal y, con él, llegó un fútbol más equilibrado entre ambas bandas. Poco tardó Aleix en dar el susto a los gallegos, aprovechando un pase de Suárez para realizar un gran remate en el minuto 27 que acabó despejando Rubén.

Poco tardaría, sin embargo, en llegar el gol de los locales. El Baça continuó con su acoso a la portería deportivista hasta que encontró la respuesta que esperaba. Corría el minuto 29 del encuentro cuando un maravilloso pase de Andrés Iniesta encontró a Messi dentro del área. Con todo de cara para anotar, Messi apartó la mirada de la portería y puso un pase perfecto para que Suárez embocase el esférico. El uruguayo necesitaba más el gol.

Siguió por ese gran camino el Barça, con jugadas maravillosas aprovechando los espacios que el Deportivo, intentado sacar algo en ataque, dejaba atrás. El propio Messi envió un balón al larguero en el minuto 37 tras una genial combinación entre él y Suárez.

A la madera fue, también, otro lanzamiento de Messi en el minuto 41. Este caso rebotando contra uno de los postes, el disparo del argentino fue recogido por un muy atento Paulinho que se adelantó por milímetros a la defensa gallega y puso el balón al fondo de la red.

Habría tiempo, aún, para que el Barça siguiese intentándolo hasta el minuto 45, cuando los azulgranas estuvieron a punto de conseguir el tercer tanto. Y es que Suárez remató un balón prácticamente solo que Rubén salvó, o no, bajo palos. Mucho debate hubo en el estadio sobre la validez del gol, pero poco puede hacerse ya después de que el Barcelona volviese a encontrarse envuelto en uno de esos goles fantasma que tanto están dando que hablar.

Más, más y más

Tras el gran nivel mostrado en la primera parte, el Barça quería cerrar un encuentro en el que, pese a haber disfrutado de una gran cantidad de ocasiones, no habían sido capaces de cerrar.

Con la misma hambre salieron, todos los jugadores, al terreno de juego en la segunda parte. Un hambre que no tardó en tener recompensa. Y es que en el segundo minuto de la segunda parte, Sergi Roberto puso un balón magnífico desde la banda derecha para que Suárez rematase con sutileza al fondo de la red.

El tercer gol fue un duro golpe para el Deportivo, que pese a estar sufriendo sobremanera en defensa, no pretendía esconderse atrás para verlas venir. Los gallegos siguieron atacando tal y como lo habían hecho en la primera mitad pero ahora, eso sí, con algo menos de confianza.

Confianza es lo que no le faltó a Carles Gil, que soltó un zapatazo que salió rozando el lateral de la portería de Ter Stegen. Esa puede que fuese, sin embargo, la última gran ocasión del Dépor, que se fue desinflando poco a poco al ver las llegadas incesantes del Barcelona.

Unas llegadas del Barça que, de una forma u otra, no acababan de convertirse en goles pese a la claridad de las mismas. Ya fuese por los palos a por un magnífico Rubén, los azulgranas no eran capaces de sacar todo el petróleo posible de sus ocasiones.

Fue, justamente, el palo lo privó a Messi del gol cuando el argentino lanzó una magnífica falta en el minuto 66. Pero no todo era culpa de los palos. Mucha culpa estaba teniendo el portero de los gallegos, Rubén, que volvió a secar al Barça al pararle un uno contra uno a Luis Suárez en el siguiente minuto.

Paulinho sigue demostrando sus cualidades y aprovechando las oportunidades. | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL.com)
Paulinho sigue demostrando sus cualidades y aprovechando las oportunidades. | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL.com)

Unos minutos magníficos estaba viviendo el Barça en ataque, consiguiendo ocasión tras ocasión en cada aproximación a la portería rival. La próxima le tocó a Luis Suárez, que tras un gran regate acabó provocando un penalti. En esta ocasión no dudó Messi a la hora de tirarlo. El argentino se colocó el balón, tomó carrerilla, corrió, y chocó contra un muro. Rubén volvió a frustrar las intentonas azulgranas de conseguir el gol secando, esta vez, a Leo Messi.

Pero el Barça no cesó. Siguió intentándolo y encontró la recompensa. Fue Jordi Alba el que volvió a canalizar el juego del Barça por la banda izquierda pero, en esta ocasión, decidió rematar en lugar de pasarla atrás. Un remate que se encontró, de nuevo con unas maderas del Camp Nou que parecían más anchas que nunca. Sin embargo, Paulinho volvió a hacer justicia a su fama de oportunista y remató a bocajarro el balón rechazado por el poste.

Poca historia quedaba ya por escribirse en el encuentro entre Barcelona y Deportivo. Para lo que sí hubo tiempo, por el contrario, fue para que los locales lo intentasen alguna vez más y, de nuevo, se encontrasen con el muro de los postes. Esta vez le tocó a Suárez enviar al palo su remate en el minuto 84 y cerrar una noche en la que los palos y Rubén frenaron una verdadera goleada azulgrana.

En líneas generales, el Barça fue capaz de aprovechar las fisuras del Dépor atrás y crear ocasiones prácticamente de manera constante. Unas ocasiones que no se convirtieron en gol tanto como a los locales les hubiera gustado, pero que sí dejaron claro el poderío y el hambre del Barça.

El Deportivo intentó plantarle cara al Barça y fue muy valiente en su planteamiento. Sin embargo, los gallegos acabaron pagando sus errores defensivos mientras no fueron capaces de sacar provecho de sus ocasiones ofensivas. Ahora, los de Cristóbal Parralo deberán prepararse para el derbi gallego de la próxima jornada y lucharán por evitar la caída del equipo a las posiciones de descenso.

Por su parte, los azulgranas siguen manteniendo la ventaja al frente de la clasificación y disfrutarán de toda una semana para preparar el Clásico del próximo sábado 23 de diciembre.

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Sobre el autor
Santiago Arxé Carbona
Baloncesto, moticiclismo y fútbol. Ecribir y hablar sobre ello, mis grandes pasiones.