Isco-Iniesta, Iniesta-Isco. El orden de los factores no altera el producto, en este caso, el espectáculo. Dos jugadores elegantes, finos, divinos. Este sábado tendrán la posibilidad de  deleitar al mundo del fútbol, porque, seas o no aficionado del Real Madrid o del Barcelona, no hay persona que no disfrute viendo a estos dos individuos.

Magia y liderazgo

​No hay duda alguna. Estos centrocampistas destacan por ser creativos. Piensan diferente y sus entrenadores lo saben. Iniesta e Isco son como dos gotas de agua y a la vez tan diferentes. Es difícil de explicar.

El malagueño es pura magia. Florituras por aquí y por allá. La esconde y se va. Amaga a un lado y sale para el otro. Ruleta, bicicleta, la pincho. Un sin fin de detalles técnicos. Peca de excesiva conducción de balón y esto lleva a una reducción en la velocidad del juego del equipo. Toma nota Isco para mejorar esa faceta.

El de Fuentealbilla, sin embargo, no tiene ese problema. Tiene un sentido táctico muy rico. Conduce lo justo y necesario. Aunque también hay que decir que no es tan vistoso en el regate. Esto no quiere decir que sea peor, ni mucho menos.  Iniesta hace fácil lo difícil. Regatea trotando, andando. Uno, dos. El balón pasa de una pierna a otra y el rival queda atrás. Es historia. También esconde la pelota, la lleva tan pegada al pie que es casi imposible no hacerle falta si uno quiere arrebatarle el balón.

A pesar de estas diferencias, los dos son grandísimos pasadores. En línea de tres cuartos ven espacios, autopistas, donde el resto de personas ven piernas. Cierto que su técnica para regatear es diferente, pero el resultado es el mismo: tres o cuatro rivales mirándose perplejos, preguntándose que hay que hacer para despegar el esférico de sus botas.

Roles ajenos

​Queda claro que estos cracks asumen el liderazgo en el centro del campo de sus respectivos equipos. No es fácil. Se encuentran en dos de los mejores equipos del mundo y de la historia; pero, no solo asumen este rol. A Isco le ha costado ser indiscutible en este equipo. Cuatro entrenadores han sido los que no ha convencido. Con Zidane, le ha dado la vuelta a la tortilla. Asume roles defensivos, corre de un lado a otro, participa en la presión como un "Casemiro" más. Actualmente, el entrenador, consciente de esta situación, ha apremiado su esfuerzo. Tiene más libertad. Se mueve por todo el frente de ataque e incluso está liberado de alguna tarea defensiva. Este jugador necesitaba confianza para brillar. Ahora lo hace más que nunca.

El caso de Iniesta es diferente. Es una de las "vacas sagradas" del vestuario. Es indiscutible. El tiempo puede ser su mayor enemigo. Cada vez necesita más descanso y eso repercute tanto en el rendimiento del equipo como en el suyo propio. Por eso Luis Enrique le dosificaba tanto. Ahora Valverde debe hacer lo mismo. También hay otro factor que determinó años atrás un cambio o un añadido más en el rol que desempeña: La salida de Xavi Hernández del FC Barcelona. El capitán del equipo tuvo que retrasar algo su posición, renunciar a algunos de sus "shows". Pasó a repartir el juego del equipo, a comandar todo desde la sala de máquinas. Lo ha asumido muy bien, con naturalidad. Cuando Iniesta está bien, el Barça baila.

​Asignatura pendiente: el gol

​Nadie duda de la capacidad de estos jugadores, pero hay una tarea que siempre han tenido que pulir. Sabrán cual es. No son delanteros, es verdad, pero son jugadores que llegan al área con mucha facilidad. Hay más opciones aparte del último pase. No tienen mal tiro. De hecho, Isco tiene muy buen golpeo e Iniesta ha metido goles de una magnitud impresionante, sobre todo por el valor que tenían.

Lo han intentado de todas las maneras. Hay partidos que hacen multitud de tiros sin éxito, pero por lo que sea no sale. Hay que decir aun así, que Isco no tiene malos números a pesar de rizar el rizo antes de tirar.

Pasado, presente y futuro de la Selección

Aquí es donde todos los españoles disfrutan de ambos jugadores. Andrés lo ha ganado todo a nivel nacional. Junto a Xavi y Casillas son los pilares más emblemáticos de la etapa más exitosa de España (con el permiso de otros magníficos jugadores). Iniesta fue el autor del gol de la final del Mundial de Sudáfrica en 2010. Acción grabada en la retina de todo español. Ha sido Balón de Oro de la Eurocopa de 2012. El recital que ofreció a lo largo de todo el torneo fue digno de los mejores jugadores de la historia. Le valió para ser elegido el mejor jugador de Europa de la UEFA esa temporada por delante de los dictadores del fútbol moderno: Cristiano y Messi. Ahí es nada.

Le queda fútbol para rato a este maravilloso futbolista, aunque tiene pinta que su último gran torneo va a ser el Mundial de Rusia en 2018. Solo queda por decir: Gracias Andrés.

En este periodo donde Iniesta ha liderado la selección, Isco llegó como un cachorro. Aprendió al lado del capitán. Ahora le mira a la cara, está a su altura. Se siente preparado para recoger el relevo, para liderar a una nación y llevarla otra vez a lo más alto. Su momento ha llegado. Curioso dato va a ser que el único torneo que vayan a compartir, teniendo ambos cierta relevancia, sea este próximo mundial. Una pena no poder haber disfrutado de los dos a la vez más tiempo.

Se podría decir más cosas de estos dos "showman". Va a ser un atractivo más de cara a este Clásico. LaLiga está en juego. Real Madrid y Barça necesitan a sus magos. ¡Que empiece el espectáculo!

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Sobre el autor
Javier López de Munck
Estudiante de Periodismo, UCM AEPD