Como bien saben ustedes, el Granada Club de Fútbol perdió la categoría la pasada temporada tras seis años codeándose con lo más granado del deporte rey en España. El descenso a Segunda División trajo consigo una remodelación completa de casi todas las estructuras de la entidad y afectó, de manera irremediable, a la plantilla. La práctica totalidad de jugadores que fueron partícipes del desastre se marcharon y dieron paso a un nuevo bloque que, hasta el momento, camina con buen paso en el objetivo de retornar a la élite.

La línea defensiva, como no podía ser de otra manera, entró en esa limpia y vio como el 80 por ciento de sus integrantes durante la primera mitad de 2017 hacían las maletas. Tan solo dos supervivientes del descalabro se quedaron (Mathieu Saunier y Martin Hongla) para intentar reflotar un barco que, en su retaguardia, se rearmó con piezas consolidadas en La Liga 1|2|3 y con un marcado carácter andaluz, seña de identidad de este nuevo Granada. A través de estas líneas desgranaremos el papel que ha tenido cada uno de los integrantes actuales de la defensa nazarí.

Un eje bastante definido

El Granada acumula 20 goles en contra esta temporada (1 gol por partido)Tras el calamitoso batacazo del curso pasado, Manolo Salvador tenía la difícil tarea de armar un equipo nuevo que hiciera recobrar la fe al aficionado rojiblanco. Los números del anterior Granada daban miedo, sobretodo los que señalaban a la defensa. 82 goles en contra, carencia de liderazgo, de espíritu y de calidad  eran la rémora de la liga anterior y las tareas de enmienda para el nuevo reto. Peinando el mercado y eligiendo cuidadosamente, el nuevo Director Deportivo parece haber acertado en su propósito.

Las piezas que se han asentado como habituales titulares en la pareja de zagueros que Oltra dispone sobre el césped fueron, precisamente, las últimas en entrar en liza. Mathieu Saunier, uno de los supervivientes del naufragio, debutó en la jornada seis ante el Córdoba CF tras tener un pie fuera del club. Sobre el francés se cernió la duda durante todo el verano acerca de su continuidad o no en Granada y en esa misma tesitura estaba el entrenador. Tanto que decidió prescindir de él en los encuentros amistosos hasta que su situación se aclarase. Una vez confirmada su permanencia, a Saunier le tocó dejar atrás los problemas de lesiones que le acompañan habitualmente y convencer a Oltra. Lo hizo desde su debut, demostrando que de calidad va sobrado para la categoría y, desde entonces, sólo su salud le mueve del once.

Saunier y Chico Flores, una pareja consolidada. | Foto: Antonio L. Juárez

A la izquierda del francés se ha consolidado el fichaje fuera de plazo. Chico Flores aterrizó en tierras andaluzas a principios de octubre, cuando el club se planteó cubrir una de las plazas libres que tenía con un central que supliese la importante lesión de Germán Sánchez. Salvador dio en la diana con el gaditano, que venía libre tras haber jugado en Qatar los últimos años y que no había perdido virtudes. Desde su estreno en la jornada 10 se convirtió en un baluarte para la zaga y, al igual que Saunier, sólo una lesión a final de noviembre lo apartó del césped.

Esta revolución defensiva con la liga ya comenzada vino, en parte, por los preocupantes números que estaba cosechando el equipo en cuanto a goles encajados y puntos. Oltra arrancó el campeonato con Germán Sánchez y Hernán Menosse. El gaditano, arrebatado al CD Tenerife, dejó buen poso en ese envite inicial frente al Albacete Balompié pero en la segunda fecha de la campaña, en Zaragoza, sufrió una lesión en un dedo del pié izquierdo que lo dejó K.O por dos meses. Ahí empezaron los problemas. El uruguayo Menosse y Charlie Dean, hispano-inglés procedente del Valencia Mestalla, formaron pareja los tres siguientes encuentros en los que el equipo recibió dos goles por partido, mostró una endeblez alarmante y sufrió la primera derrota del curso en Valladolid.

Menosse, el segundo central con más minutos disputados. | Foto: Antonio L. Juárez

Desde entonces, a Menosse se le ha visto unicamente cuando Oltra ha tenido que hacer cambios obligados por bajas en el once. Germán regresó de su lesión en noviembre y ha sido el hombre elegido por el míster cuando Saunier o Chico Flores se han ausentado. Charlie es el que cayó en el ostracismo y tan sólo ha disfrutado de convocatorias esporádicas, sin llegar a pisar el terreno de juego. Y a la sombra de todos, Martin Hongla. El camerunés, el otro superviviente cedido por Gino Pozzo, no ha jugado ni un minuto ni ha dispuesto de convocatorias, lo que indica que su salida del club en invierno es más que probable.

Las alas no se tocan

Los rojiblancos son el cuarto equipo menos goleado de Segunda DivisiónSi hay dos posiciones que, hasta la fecha, no han ofrecido ninguna duda a Oltra, esas han sido las de los laterales del equipo. Tanto el flanco derecho como el izquierdo tienen dueños indiscutibles desde el arranque de campeonato y no hay indicios de que la situación vaya a cambiar salvo situación forzosa (lesiones o acumulación de amonestaciones).

Víctor Díaz, jugador incansable. | Foto: Antonio L. Juárez

El lateral derecho es la zona de dominio de Víctor Díaz. El sevillano, llegado este verano procedente del Club Deportivo Leganés, bajaba un peldaño de categoría con la intención de volver a  sentirse importante siendo titular. Y lo consiguió desde el principio, convenciendo al míster gracias a su rigor defensivo. No obstante, es el segundo jugador de la categoría con más duelos defensivos ganados. Además, su aportación ofensiva le ha permitido sumar dos asistencias y un tanto, conseguido ante la UD Almería, y ser uno de los jugadores que más centros realiza. Todo ello le ha servido para ser el único jugador del equipo que ha disputado todos los minutos en liza hasta el momento.

Por el costado izquierdo la situación es bastante similar. Álex Martínez, también sevillano, ha sido titular en todos los encuentros, al igual que Víctor Díaz, y sólo fue sustituido en Vallecas en el minuto 88 para intentar dar la vuelta al marcador de manera desesperada. El ex del Real Betis se ha mostrado disciplinado en tareas defensivas y ha creado una conexión productiva con Darwin Machís, su compañero por el extremo izquierdo.

Alex Martínez, dueño del lateral izquierdo. | Foto: Antonio L. Juárez

A la sombra de estos se encuentran Quini y Urtzi Iriondo. El primero de ellos ha disputado 29 minutos en Liga repartidos en seis encuentros aunque lo ha hecho jugando en la posición de interior, la cual no le es desconocida pues actuó en esa demarcación años atrás. No puede decir lo mismo Iriondo, que aún no se ha estrenado en el torneo de la regularidad y sólo ha ido convocado en una ocasión. Si que disputaron ambos el partido de Copa que midió al Granada con el Real Zaragoza y que apeó a los nazaríes de la competición por un contundente 3-0.