Tal era la presión y las dudas que generaba el fichaje de Marko Dmitrovic en el comienzo de la Liga Santander, que la manera en la que se ha desecho de este armazón de dudas lo ha convertido en la grata sorpresa del año para la SD Eibar. El guardameta serbio llegó a las instalaciones de Atxabalpe, con una afición no muy segura de su incorporación y con mucho que demostrar para tornar esta incertidumbre en seguridad. Un portento físico que no estuvo muy presente en la pretemporada, pero que le arrebató la titularidad a Asier Riesgo, aprovechando la ausencia de Yoel Rodríguez. La opción por la que menos personas apostaban para la portería armera para esta temporada, fue la que se acabó consolidando como la dueña de la misma.

Seguridad bajo palos

La faceta principal que cualquier club busca cuando necesita un portero es la seguridad que otorgue bajo palos. Una seguridad que debe tener, sobre todo, en momentos clave de los encuentros y el campeonato. Una de los mejores rasgos de Dmitrovic, que sabe como actuar en los momentos decisivos de un partido, ya sea haciendo una parada decisiva en el minuto 90 o dominando sus salidas a por balones en profundidad. Unos momentos que bien podrían suponer un partido a un equipo, el serbio sabe como dominarlos y como anularlos.

Algo que encontró el Eibar cuando ojeaba al guardameta en la recta final de la Liga 1|2|3 del año pasado, donde su anterior equipo, la AD Alcorcón; se jugaba el mantenerse en Segunda División. Para ello, debía ganar los dos últimos encuentros, uno de ellos frente a un rival directo como era el UCAM Murcia. De hecho, frente a los últimos mencionados, Dmitrovic fue clave, pues los madrileños ganaron por la mínima y el serbio logró mantener su portería imbatida. En el último encuentro, repitió hazaña y el equipo obtuvo, así, la ansiada permanencia.

Con la fosforita armera, propia de los porteros, ya ha dejado también claro que sigue gozando de esta seguridad en Primera División. Prueba de ello es el empate cosechado en el Coliseum Alfonso Pérez, donde el equipo azulón no consiguió penetrar la porteria armera gracias a las milagrosas intervenciones del guardameta balcán. Otra demostración de que los porteros también ganan partidos, o en este caso, los empatan.

Rumbo al Mundial

Por si fuera poco para Marko, la presente temporada la cerrará por todo lo alto, disputando el Mundial de Rusia 2018 y representando a la selección de fútbol de Serbia. Después de su ausencia en Brasil 2014, los serbios regresan a la élite del fútbol internacional, y Marko pondrá la guinda al pastel de la mejor temporada de su carrera, hasta ahora. Frente a él tendrá a selecciones de alto calibre, como la pentacampeona Brasil, y sus dos rivales ‘más directos’ del grupo, los cuales son Suíza y Costa Rica. Un final glorioso para la campaña que ha explotado la carrera de Dmitrovic.