El inicio de una nueva temporada para el filial madridista ha constituido no solo un cambio de cara a la competición, sino también una reestructuración del equipo a todos los niveles.
La campaña 2016/2017 comenzaba con la victoria ante la Real Sociedad por 1-0, sin embargo solo sería un pequeño atisbo de positividad dentro de la mala racha que acompañaría después. En las seis siguientes jornadas, el equipo blanco encadenaría tres derrotas, dos victorias y un empate.
Tras este "mal momento" el filial contaba todos los partidos por victoria y empates sin encadenar ni una sola derrota hasta el 19 de noviembre, que caería en casa por 0-4 ante el Logroñés tras llevar más de un mes invicto.
Pocas jornadas después el conjunto madridista encadenaría otra racha negativa, consiguiendo únicamente dos victorias en casi dos meses de competición frente a la Real Sociedad B y el Toledo. Una inestabilidad que probablemente les dejó fuera de los playoffs.
En las jornadas sucesivas cercanas al cierre de la temporada el conjunto de Santi Solari solo lograría cuatro victorias en los últimos 13 encuentros. En estas últimas el Castilla intentó enmendar la situación, sin embargo nada se pudo hacer y terminó en el puesto 11.
Una campaña que terminaría con muy malas sensaciones para los jugadores del filial tras no conseguir el objetivo. Como consecuencia de esto hubo una salida inmediata de algunos de los futbolistas mas reconocidos de la plantilla como Borja Mayoral, Aleix Febas o Carlos Abad.
Con el objetivo claro
La temporada 2017/2018 está siendo especialmente atípica para el conjunto blanco. Los chicos de Santi Solari han atravesado una mala racha que han conseguido invertir de forma notable a lo largo de las jornadas. Con un buena fase de preparación a sus espaldas, el filial madridista calentó motores para hacer frente a un etapa cargada de retos tanto a nivel individual como de equipo.
Actualmente la plantilla que compone la agrupación madridista está considerada una de las mejores a nivel físico. Con la llegada de caras nuevas procedentes del Juvenil A de José María Gutiérrez "Guti", y el regreso de jugadores cedidos más experimentados, el técnico argentino ha conformado un conjunto donde se mezclan calidad, talento y entusiasmo, además de juventud. Con un recuento a sus espaldas de 7 victorias, 7 empates y 5 derrotas, el Real Madrid Castilla afronta la vuelta con la mira puesta en conseguir llegar a los puestos de promoción.
El filial despega
La nueva temporada, que ha arrancado en Agosto de 2017, empezó con un periodo de desequilibro en el que se cosecharon seis derrotas, tres victorias y dos empates en 11 jornadas disputadas. Jornadas que daban comienzo con una alineación novedosa donde entraban a formar parte del once titular jugadores de otras categorías de La Fábrica blanca, como Franchu Feuillassier o Dani Gómez, recién ascendidos y con la necesidad de un tiempo de adaptación a la Segunda División B.
La racha negativa que acompañó al Castilla en sus primeros partidos disputados, se vio resuelta en la jornada número 12 que les hizo enfrentarse al Celta de Vigo B y donde se pudo percibir el trabajo continuo que habían realizado los jugadores del filial madridista. Desde entonces los futbolistas del conjunto merengue han puntuado en todos y cada uno de los partidos que han disputado, encadenando 9 jornadas consecutivas sin perder y siendo uno de los equipo menos goleados de la categoría.
La evolución de la dinámica de juego del grupo ha sido no solo constante sino también notable. Santi Solari ha conseguido encontrar el empaste perfecto de las líneas del equipo, luciendo en el verde un conjunto sólido en defensa, organizado en mediocampo, incisivo en bandas y directo en delantera, con un juego fluido y equilibrado donde jugadores de todas las posiciones han visto portería al menos una vez. Un progreso que, gracias al trabajo diario, ha llevado al primer filial a escalar posiciones jornada tras jornada hasta situarse en el puesto 7 de la tabla.
