El 4 de enero de 2016, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, hacía oficial el anuncio de Zidane como nuevo entrenador del Real Madrid, sustituyendo así a Rafa Benítez, el madrileño fue destituido tras el primer partido del año, con un empate a 2 en Mestalla, que dejaba al Real tercero en la tabla y bastante lejos del líder, el FC Barcelona. El francés se encontraba entonces con un equipo muy diferente al de hoy, prácticamente derrotado, que parecía incapaz de ganar títulos a final de temporada, ya que el bloque que mantenía al equipo venía de otra decepcionante temporada en el año anterior, que le acabó costando el puesto a Carlo Ancelotti, aun así la llegada de Zidane supuso un rayo de esperanza entre los aficionados, que volvieron a confiar en el equipo.

Zidane en el banquillo esta temporada | Foto: Daniel Nieto (VAVEL)
Zidane en el banquillo esta temporada | Foto: Daniel Nieto (VAVEL)

Los primeros partidos en casa confirmaron este cambio de dinámica, con un equipo que ganaba de manera convincente y no como la anterior parte de la temporada, en donde cualquier partido, por muy fácil que pareciera, se acababa convirtiendo en sufrimiento, sin embargo fuera de casa las cosas siguieron de manera muy similar a la etapa anterior de Benítez, y el equipo no terminó de reaccionar hasta aquel partido en Las Palmas, que se saldó con victoria pero con muy mala imagen, fue en la rueda de prensa posterior al partido en dónde nació este Real Madrid que ha ganado las dos últimas Champions League, Zidane dio un golpe sobre la mesa que hizo reaccionar a los jugadores, explicando públicamente que así no se podía continuar si se quería ganar algo, el francés que siempre ha defendido a los suyos a muerte y nunca ha sido de dar escarmientos públicos, pero ese día ejerció de líder e hizo lo que tenía que hacer y logró su objetivo.

Ronaldo marca el penalti decisivo en la Final de Milán | Foto: Realmadrid.com
Ronaldo marca el penalti decisivo en la Final de Milán | Foto: Realmadrid.com

Desde entonces los blancos realizaron un magnífico cierre de temporada, quedándose a un solo punto del campeón de Liga, a pesar de haber llegado a estar más de 13 puntos por detrás, y peleando hasta la última jornada, ganando para ello en el Camp Nou, con un jugador menos. Además logró levantar la copa de Campeón de Europa en Milán, derrotando a todo un Atlético de Madrid entrenado por el “Cholo” Simeone, y con eso acalla todas las críticas que decían que era un simple alineador o un mero parche, para contentar a los aficionados.

La siguiente temporada es la de su consagración, y es que el Real Madrid firma la mejor temporada de su historia que ya es decir, firmando un doblete histórico de Liga y Champions League, que hacía casi 60 años que no se lograba, además de la SuperCopa de Europa y el Mundial de Clubes. Todo esto lo realiza con un método totalmente innovador en el fútbol de élite, el de las rotaciones, y es que más de 20 jugadores acabaron la temporada con más de 1.000 minutos jugados, solo el tercer portero Rubén Yañez, Mariano que era el quinto delantero y Coentrao , que tuvo muchos problemas, no llegaron a alcanzar esa cifra. Lo más increíble fue el estado de forma en el que llegaron todos los jugadores a final de temporada, con todos enchufados y realizando un juego excelente, marcando 4 goles a la Juventus de Turín en una Final de Champions, un equipo que solo había recibido tres en los 12 anteriores partidos.

Foto: Daniel Nieto (VAVEL)
Foto: Daniel Nieto (VAVEL)

Finalmente Zidane afronta su tercer año al mando del equipo en la situación más difícil en la que se le ha visto, con un equipo que no terminan de salirle las cosas y que se encuentra bastante alejado del Barcelona en la tabla, (14 puntos, con un partido más), y cuarto clasificado, con una dura eliminatoria en Champions, frente al PSG que es el principal rival para revalidar el título, como consecuencia de haberse clasificado como segundo en la fase de grupos. Por primera vez se encuentra cuestionado por los propios aficionados blancos, sin embargo, a pesar de las críticas, todos siguen confiando en el astro francés, porque sus números obligan a ello, ocho títulos en dos temporadas, siendo el tercer entrenador con más títulos en la historia del club, empatado con el segundo.

Zidane demostró su calidad como jugador y ahora lo está haciendo como entrenador, por lo que ojalá el futuro sea tan bueno como estos dos últimos años.