Año nuevo, dinámica antigua. El conjunto valencianista acabó el año 2017 ganando solo uno, contra el Real Celta de Vigo, de los últimos cinco partidos. En estos, la ausencia de las figuras de Guedes, Garay, Murillo o Soler hicieron mella en el rendimiento del equipo.

De esta manera, en el partido contra Las Palmas se vio un equipo che al cual se le sigue notando mucho la diferencia entre los titulares y el fondo de armario. Por motivos como este, la llegada de Luciano Vietto es bienvenida para dar profundidad a la rotación de la plantilla.

La primera parte mostrada por el Valencia CF no hace sino otra cosa que aumentar las dudas en el juego del equipo. Lejos de mostrar ese juego eléctrico y contundente que se vio durante la racha de victorias, el conjunto valencianista sigue en esta trayectoria de malas sensaciones.

Los jugadores dirigidos en este encuentro por Rubén Uría nunca estuvieron cómodos durante el primer tiempo en el feudo canario. Faltos de ideas y claridad en la circulación de balón, los blanquinegros  no obtuvieron el control de choque. Sigue faltando una opción B al plan inicial de esperar atrás y salir a la contra. Quizás por esta falta de creación, el segundo entrenador che, se vio obligado a dar cabida a Dani Parejo en detrimento de Kondogbia en el descanso.

Además, si a esto le sumamos una preocupante falta de contundencia defensiva -son muchos partidos seguidos sin corregir errores defensivos- está como resultado a Las Palmas adelantándose en el marcador. Así pues, una internada por la banda izquierda canaria por parte de Borja Herrera supuso la asistencia de este a Jonathan Calleri para que el argentino la empujara ante la pasividad de la zaga valencianista, menos de Toni Lato quien intentó llegar a la cobertura.

Sin embargo, la citada presencia del capitán valencianista cambió el rumbo del encuentro. Gracias al criterio del madrileño, el conjunto che, consiguió tener más coherencias en las acciones de ataque. Además, también iniciaba la presión de la salida de balón de Las Palmas, que resultó vital para controlar el tempo del partido. 

Junto a este, la salida al terreno de juego de Rodrigo Moreno también aportó claridad en la parcela ofensiva visitante. El delantero refleja el lavado de imagen respecto a la temporada pasada, ya que gracias a sus ganas y a no bajar los brazos llegó el tanto valencianista. Una gran jugada de combinación entre los hombres de banda izquierda, Guedes y Lato, acabó en un centro del joven lateral para que Moreno igualara el marcador pero avanzara a su equipo en la eliminatoria gracias al valor doble de los goles fuera de casa. 

Hay que destacar el gran partido en el que Lato estrenaba un dorsal ya mítico para el valencianismo. El número 15 de Amadeo Carboni queda en buenas manos, como ha demostrado el zurdo canterano que ha sido de los mejores.

Así mismo, otro jugador que ha realizado un buen partido ha sido el serbio Nemanja Maksimovic. El joven centrocampista está experimentado un proceso de adaptación lento pero sin pausa. A pesar de no contar con muchos minutos hasta ahora, en los partidos de Copa que ha podido disputar los 90 minutos ha dejado buenas sensaciones. Aún está lejos del escalón en el que se ubican Kondogbia o Parejo, sin embargo, su trabajo y esfuerzo están dejando buenas sensaciones.

De esta manera, se puede asegurar que la dimensión del gol valencianista es realmente importante. Así pues, el próximo martes a les 21:30 se dará el encuentro de vuelto con mucha más seguridad.