El Villarreal no ha podido estrenar el año con buen pie, en Butarque el equipo local consiguió la victoria por la mínima ante los de Calleja.  El equipo groguet pone una vez más de manifiesto que le cuesta ganar fuera de casa. Este jueves ante el Leganés pese a tener la posesión no tuvo contundencia ofensiva. Le cuesta anotar gol, sobretodo lejos del Estadio de la Cerámica.  En Copa del Rey aún no ha sido capaz de perforar la portería rival, ni en Ponferrada ni en Butarque.  

En Leganés hubo pocas oportunidades en una primera parte muy floja, cosa que nos hizo recordar al partido en El Toralín, donde la Ponferradina, pese a ser un equipo de una categoría inferior, consiguió la victoria, y nos mostró un juego de buen nivel, capaz de romper los esquemas de un conjunto como el Villarreal.

En Butarque la segunda parte comenzó con el equipo groguet buscando la portería rival, pero fue cuando el Leganés aprovechó para anotar su único tanto. Pese a que el Villarreal tuvo las riendas del partido, no consiguió estar acertado de cara a puerta, y empezó a echar de menos a Bakambu. Contra la Ponferradina la segunda parte fue un asedio a la portería rival, pero tampoco consiguieron resultado.

Los dos partidos de ida se han saldado con derrota por la mínima, dos encuentros flojos del Villarreal que le dejan colgando de un hilo muy fino en la competición. En dieciseisavos consiguieron dar la vuelta al encuentro, gracias a dos goles de Bakambu y un último de Bacca. Ahora queda esperar si el próximo miércoles 10 de enero en el Estadio de la Cerámica (19:30 horas) consiguen lo mismo y siguen vivos en la Copa del Rey, esta vez sin contar con el delantero congoleño que les dio el pase anterior.