El cambio de año en el calendario ha traído consigo un nuevo disgusto para el Granada fuera de casa. Los rojiblancos cayeron derrotados en el derbi andaluz que les enfrentaba al Cádiz, que comienza 2018 alargando la racha positiva que arrastraba de 2017. Un tanto de Kecojevic mediada la primera mitad dejó los tres puntos en la Tacita de Plata, donde las aspiraciones de subir a la élite están más vivas que nunca.

Rotaciones y la vida sin Machís

Tanto rojiblancos como amarillos retomaban el pulso a la competición liguera tras el parón navideño con el mismo objetivo entre ceja y ceja: el ascenso a Primera. Los visitantes con la obligación de conseguirlo y los locales sin esa presión pero con la misma ilusión. Dos puntos de diferencia entre uno y otro hacían presagiar un partido vibrante.

Álvaro Cervera tiraba de su habitual bloque titular tras dar descanso a muchos de sus hombres en el partido de Copa disputado ante el Sevilla el pasado miércoles. De esta forma, el técnico nacido en Guinea Ecuatorial realizaba ocho cambios respecto al choque copero. Por su parte, José Luis Oltra colocaba a Javier Espinosa en la banda izquierda tras la ausencia de Darwin Machís por lesión  y repetía con el resto del once con el que se enfrentó al Sporting de Gijón en la última jornada de 2017.

Buen arranque nazarí

Arrancó la contienda con mucha igualdad y con un Granada bien plantado sobre el verde, intentando llevar el peso del juego. Los primeros acercamientos fueron tímidos, con un disparo lejano del Cádiz y una falta botada por Pedro que cabeceó Mathieu Saunier a las manos de Alberto Cifuentes.

El choque se empezó a enfangar con constantes faltas de ambos y ahí fue donde los amarillos comenzaron a dominar. Pierre Kunde vio la primera amarilla por una dura entrada y poco después la tarjeta fue para Saunier. 

La pizarra de Cervera vale oro

En otra infracción cometida por Chico Flores en el lateral del área llegaría el gol cadista. La falta lanzada por Salvi fue hacia el segundo palo donde Kecojevic se impuso a Chico e introdujo el balón en la meta defendida por Javi Varas. El Cádiz golpeaba a Oltra en una de sus especialidades.

Kunde y Álex pugnan por un balón aéreo. | Foto: La Liga.                                                                                                      

El gol dio paso a los mejores minutos de los locales que, no obstante, vieron peligrar la ventaja. Joselu se revolvió dentro del área e intentó una vaselina que Cifuentes le adivinó perfectamente. Poco después fue Varas el que se lució en un remate a bocajarro de Dani Romera que pudo ser el segundo. Ya muriendo la primera mitad, Kunde remató un centro en el primer palo pero perdiendo la perspectiva de la portería y mandando el balón fuera.

Reacción sin premio

A la vuelta de vestuarios el Granada salió decidido a por el empate y Sergio Peña se echó el equipo a las espaldas para intentar conseguirlo. Primero con un disparo desde la frontal que se marchó fuera por poco y, en el 59, con un gran remate desde el borde del área con la mala fortuna de que el balón se estrelló en el larguero.

El Cádiz intentó dormir el encuentro con pérdidas de tiempo y juego por alto, sin que el balón bajara y en el que ninguno de los equipos encontraba precisión. En esas Oltra decidió mover el banco e introdujo a Rey Manaj y Baena en el verde en detrimento de Espinosa y Montoro.

Al poco de ingresar al campo tuvo la igualada Manaj. El delantero albanés se hizo con el balón tras un error en el despeje de Villanueva pero Cifuentes le sacó el mano a mano. El portero amarillo fue el héroe de la noche para los suyos ante un Granada que lo intentaba de mil maneras pero no encontraba efectividad. 

Cifuentes, salvador local, atajando un balón. | Foto: La Liga                                                                                                  

El Cádiz confió sus opciones de sentencia a la contra con Barral, Salvi y Álvaro García. Este último estuvo cerca de conseguirla en una acción que Chico Flores despejó cuando el extremo disparaba cerca del área chica.

Los minutos finales dieron paso a la tensión por lo ajustado del marcador y por lo mucho en juego. David Barral, que había visto una amarilla por protestar al colegiado, se fue a la calle tras realizar una durísima entrada a la altura de la rodilla de Saunier. El Granada lo siguió intentando pero los merecimientos no se tradujeron en goles y se marchó de vacío de la Tacita de Plata.

Esta derrota supone un serio revés en las aspiraciones nazaríes por el ascenso directo que se queda a cinco puntos, justo los que lo diferencian del Cádiz que es segundo. Los de la ciudad de la Alhambra cierran la primera vuelta con 34 puntos, un bagaje que no sería suficiente para promocionar por la vía rápida, y con un gran déficit a domicilio. Queda toda una segunda vuelta por delante y la reacción debe comenzar en Albacete el próximo domingo.