El Club Deportivo Lugo fue incapaz de llevarse los tres puntos en su visita al Estadio de los Juegos Mediterráneos. Los de Francisco, que en líneas generales dominaron el partido de principio a fin, vieron como el Almería con mucho menos aprovechaba sus ocasiones para ganar el encuentro. Un partido con ocasiones para ambos equipos dónde los errores individuales pesaron demasiado. A todo esto hay que sumarle las lesiones de Polaco e Iriome, esta última más sensible. A falta de parte médico oficial está por ver aún la gravedad de las mismas. El arbitraje, de nuevo, polémico.

La falta de puntería

Y es que los de Francisco se plantaron en Almería dispuestos a realizar su fútbol habitual. Y lo hicieron. No se puede decir que los gallegos hicieran un partidazo, pero más que su rival por llevarse los tres puntos sí. Plantearon el partido desde la posesión, como es habitual, y las ocasiones empezaron a llegar. Pero faltó pegada, sobre todo en los de arriba. Si hace un par de semanas decíamos que el mayor problema del Lugo estaba siendo la falta de puntería, podemos decir que el problema no se ha solucionado. El equipo crea ocasiones y sabe llegar con el balón a los metros finales pero perdona demasiado. Polaco, sorprendentemente titular tras su penalti fallado la jornada anterior, apenas pudo aportar en un par de ocasiones antes de caer lesionado. Uno más para la concurrida enfermería del Lugo, pero lamentablemente no sería el único, ya que Iriome caería más tarde tras un feo giro de tobillo.

Polémica servida

Entre medias, gol anulado a Josete por dudosa falta. Y es que el Lugo volvió a sufrir un arbitraje poco menos que polémico. Y ya van varios esta temporada, lo que hace que la afición lucense se empiece a ‘mosquear’ con el asunto. Aun así, sería injusto echarle la culpa al cuerpo arbitral. Como ya se citó, el Lugo pecó de falta de pegada, al igual que el Almería, que también dispuso de buenas ocasiones que no supieron aprovechar, salvo para transformar en gol una falta al borde del área realizada por Bernardo, que no tuvo su mejor día. La defensa, mermada por la baja de Miquel y las lesiones, fue la línea más irregular. Leuko por la derecha sumó en ataque, pero en defensa mostró carencias importantes para el equipo, sobre todo en el juego de espaldas. A todo esto hay que sumarle la falta se suerte. Fede Vico tuvo el empate en sus botas en el añadido pero su penalti, pese a estar bien tirado, fue detenido por un gran René que fue uno de los héroes locales.

Faltó la suerte

La suerte en el fútbol es un factor diferencial pero es algo que no se puede controlar. Si a finales de año el Lugo conseguía puntos en los minutos finales, en este partido no fue así. El equipo lo intentó pero no salieron las cosas. Por su parte el Almería, consciente de sus posibilidades, optaba más por dejar jugar hasta forzar el error rival para salir a la contra con pases largos y juego rápido. Y así consiguieron generar peligro. El Lugo, flojo en defensa, se vio en ocasiones superado en los metros finales. Los locales supieron aprovechar una falta en la frontal en los minutos finales para hacer el único gol del partido, pese a que hasta el momento no habían estado acertados de cara a puerta, con un Juan Muñoz especialmente errático. El penalti posterior, que derivó en la expulsión de Marco Motta, fue la última oportunidad del Lugo para conseguir el empate, pero un gran René, que demostró un buen nivel durante todo el partido, acertó el disparo de Fede Vico. Locura de minutos finales en los Juegos Mediterráneos que acerca a los locales a la zona tranquila de la tabla y aleja a los visitantes de la zona noble.

El Lugo tendrá que espabilar las próximas jornadas tras sumar su tercera derrota en otros tantos encuentros. Pero hay días que las cosas parecen no salir y hoy fue uno de esos días. El gol anulado, el penalti fallado, la falta de puntería y sobre todo las lesiones… La mala suerte se ceba con el Lugo, una vez más.