El próximo lunes Málaga y Espanyol se ven las caras en un duelo de necesidades entre dos equipos que no están pasando sus mejores momentos. El resultado del partido que cierra la jornada 18 de la Primera División puede hundir a alguno de los dos equipos.

Pero si la situación del Espanyol no es buena, la del Málaga es aún peor. Los andaluces se encuentran decimonovenos en la clasificación con tan sólo once puntos, los mismos que Las Palmas, el colista de la categoría. Lo que también preocupa es que es el segundo equipo que más partidos ha perdido: doce. Los de Míchel tan solo han sumado tres victorias y dos empates en lo que va de campeonato.

El Málaga necesita volver a reencontrarse con la victoria después de dos partidos ligueros conociendo la derrota. En el que despedía el 2017, cayeron por uno a cero ante el Alavés, un rival directo. Por otro lado, vieron como el Betis se llevaba los tres puntos de La Rosaleda tras ganar por cero a dos en el derbi andaluz. Su última victoria data del 10 de diciembre, cuando sorprendieron a Anoeta y se impusieron también por cero a dos.

Por si fuera poco, vienen de hacer el ridículo en la Copa del Rey, pues cayeron eliminados ante el Numancia, un equipo de la Segunda División.

Eso sí, si se compara la racha actual del Málaga con la de principio de curso, esta es mejor. Los de Míchel no ganaron su primer encuentro hasta finales de octubre, y estuvieron diez partidos seguidos sin ganar, con nueve derrotas y un empate.

Está claro que ninguno de los dos equipos está bien de forma, pero los de Quique Sánchez Flores deben sacar un buen resultado de La Rosaleda para alejar los fantasmas de la Segunda División.

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