Un 8 de enero de 1992 venía al mundo Jorge Resurrección Merodio en Vallecas, un humilde barrio de Madrid. Empezó a jugar al fútbol en la cantera del Rayo Vallecano, y posteriormente, en la del Atlético de Madrid. Su hermano Borja fue su fiel compañero durante estas etapas, pero fue finalmente Koke quien se consagró como futbolista profesional y llegó a lo más alto.
Su gran aventura: inicios en el Atleti
En la temporada 2008-09, Koke disputó su primer partido con el Atleti B, teniendo 16 años. Su debut con el primer equipo llegaría en la siguiente campaña, en la cual se le concedieron unos minutos escasos de gloria en un partido ante el FC Barcelona. El día de reyes del año siguiente -2011-, el madrileño tuvo su oportunidad en la Copa del Rey, entrando al campo en el minuto 60 para reemplazar a Assunçao.
Koke encajó su primer gol con la escuadra colchonera el 26 de febrero de 2011, y ganó su primer título en 2012
Ese mismo año fue el de la renovación de su contrato, que el 3 de enero quedó ampliado hasta el 2016. Su primer gol llegó también en febrero, y fue ante el Sevilla FC.
Tampoco tardaron en llegar los frutos de un arduo esfuerzo llevado a cabo por el equipo. En agosto, Koke debutó en Europa entrando por Mario Suárez en un partido previo a la fase de grupos de la Europa League. El 9 de mayo de 2012, el Atlético de Madrid se proclamó campeón de dicha competición en Bucarest imponiéndose al Athletic de Bilbao por tres goles a cero. Koke consiguió así su primer título, enfundado en la elástica rojiblanco y entrando al terreno de juego in extremis, en el minuto 89.
Su segundo trofeo fue la Supercopa de Europa: el Atlético venció al Chelsea por cuatro a uno -el tanto de los blues fue de Fernando Torres, que no lo celebró- y pasó por encima así al campeón de la Champions de aquella temporada.
De niño a capitán
Gabi y Godín son, junto con el protagonista de este 8 de enero, los vigentes capitanes del Atlético de Madrid. Koke, que empezó siendo un joven procedente de las categorías inferiores del club que poco a poco fue acumulando cada vez más minutos, es a día de hoy uno de los pilares fundamentales de la plantilla. Desde la 2011-12 se fue consolidando poco a poco, hasta llegar a ser el jugador que es en la actualidad.
Pura magia en el centro del campo, un apoyo fiel y fijo para sus compañeros y uno de los principales continuadores del legado rojiblanco; de lo que significa pertenecer a este equipo y defender sus colores. Que sean muchas más las velas que sople defendiendo el escudo del Atlético de Madrid: ¡Feliz cumpleaños, Koke!