Parece que fue hace poco tiempo cuando el Eibar pasó por un bache de derrotas que puso en cuestión al equipo de Mendilibar que parecía no despegaría y se vería envuelto en problemas de descenso, una constante amenaza para los equipos humildes de cualquier liga en cualquier país. Sin embargo, hace cuatro días se cumplieron dos meses desde la última derrota del conjunto armero en Liga, desde entonces, todo ha ido de perlas. 

Entre los golpes recibidos a principios de la campaña contra el Athletic, Sevilla, Barcelona, Celta, Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad; el equipo azulgrana ha tenido un crecimiento notable, volviéndose un fénix surgido de entre las cenizas a las que se vieron condenados por un mal inicio de temporada. Las reseñas para el equipo no eran positivas y es que se estaba firmando el peor arranque de temporada para el equipo desde que se instaló en Primera, sonó con mucha fuerza la destitución de Mendilibar de su cargo como entrenador, algo que nunca se dio por el respeto y la confianza que le tienen los altos mandos de la institución. 

Con tanta claridad como el cristal, el Eibar despegó de entre las cenizas que los atormentaron en las primeras fechas y con los resultados llegó un cierre de primera vuelta que dejó boquiabiertos a propios y extraños. Las puertas a un mejor bimestre se le abrieron al Eibar desde la matanza en Ipurúa al Betis (5-0) el pasado 20 de noviembre, el equipo volvió a su mejor estado como si de un búmerang se tratara. 

Se cambiaron las salidas amargas del césped por festejos llenos de ánimo. La fe aumentó cuando llegó un regalo navideño adelantado a la afición armera, con la victoria al Valencia el pasado mes de diciembre que dejó muchas buenas sensaciones y demostró que el Eibar no está acabado y se encuentra en disposición para luchar por cosas más grandes que las obtenidas hasta ahora. 

Para terminar la primera vuelta del certamen, el Eibar ha ganado seis de siete partidos disputados, es decir, dos meses sin conocer derrota, el único traspié fue el empate sin goles contra el Getafe. Los jugadores lo dejan todo en la cancha, iniciando desde la zaga con Arbilla, José Ángel y compañía, continuando con la explosión de Joan Jordán en el centro del campo, hasta el aporte de Charles en el ataque y la incorporación de nuevos fichajes que han funcionado hasta ahora como Orellana; factores que han revolucionado al equipo para ubicarlo en la contienda por la Europa League.

Los 19 puntos de 21 posibles que se han embolsado en los últimos dos meses solo son la prueba de que el Eibar corrige y evita errores para seguir en ascenso, un ascenso que hoy por hoy, como si de una metamorfosis se tratase, ha transformado las críticas en halagos.