Fue hace un año cuando la Real Sociedad perdió su récord de imbatibilidad en casa contra uno de sus más grandes rivales: el Barcelona. Fue por la Copa del Rey que el club donostiarra se despidió de un invicto en su feudo que duró casi una década, volviéndose una maldición tormentosa para los catalanes. Sin embargo, durante los años de la mencionada racha, la Real tuvo partidos sorprendentes contra el Barça y entre ellos el citado para esta nota, la victoria sobre los pupilos de Pep a finales de abril de 2011, noche histórica para los txuri-urdin. 

Época histórica

El FC Barcelona atravesaba una etapa fantástica de su historia al mando de Pep Guardiola, la antepenúltima que dirigió a los catalanes. Fue la temporada en la que se ganó Liga y Champions ante poca competencia, era un equipo arrasador que contaba con una medular bien afinada integrada por Busquets, Xavi e Iniesta; con Pedro, Messi y Villa conformando un temible tridente ofensivo, si no me cree, pregúntele al Real Madrid que visitó Camp Nou en la primera vuelta. 

Foto: UEFA.com
Foto: UEFA.com

El título de liga estaba a tiro para los catalanes, que estaban a tan solo cuatro fechas de coronarse en un certamen que tenían a su nombre desde la jornada 13 cuando se afianzaron al liderato y no lo soltaron hasta la última fecha. Misma temporada en la que se coronaron reyes de Europa en el mítico Wembley sobre el Manchester United, simplemente era un gran Barcelona. Pero la racha invicta no podría tener un dulce final, pues la cita con la historia tendría que atravesar el campo de Anoeta, escenario temible para los de Pep. 

Vivir y morir en Anoeta 

No era la mejor temporada para la Real Sociedad que estaba al mando de Martín Lasarte, equipo que terminó en la decimoquinta casilla con Antoine Griezmann como máximo goleador. De todas maneras, no era necesario estar en la mejor posición para darle un golpe cargado de honor al líder de Liga que llevaba 31 partidos al hilo sin perder. Pintaba como un trámite sencillo para los blaugranas que solo tenían que ganar para cantar alirón en el fuerte txuri-urdin. 

Dio la impresión que Guardiola confió demasiado en ganar el partido a la Real y alineó a un equipo juvenil conformado por una zaga en la que no estaba de titular Mascherano, algo poco habitual, además, estaban Fontás, Thiago Alcántara, Afellay y Jeffrén entre los titulares. 

La Real contaba con Bravo en el arco, Mikel González en el centro de la defensa junto a Demidov, Xabi Prieto y Griezmann como volantes para apoyar a Tamudo. El empate sin goles se preservó hasta la media hora de juego cuando Thiago abrió la lata a pase de Messi. Hasta el momento del gol, el Barça era claramente más que la Real, que solo se echaba hacia atrás y esperaba a alguna equivocación de la visita para hacer daño, acción poco vista en el juego. El toqueteo de balón se volvió habitual y era un show color azul y grana

La segunda parte fue mejor para los dueños del castillo, quienes tuvieron más agallas que miedo al (casi) proclamado campeón. Empezaron los ataques peligrosos al marco de Pinto, pero el balazo que valdría fue hecho por Ifrán a los 71 minutos, apenas dos después de ingresar al verde, se escapó a la espalda de los defensores e ilusionó a la afición haciendo el gol de la igualdad. 

A los 81 minutos llegó el premio para una Real Sociedad que le cambió la cara al partido, como si la primera mitad fuera el doctor Jekyll y la segunda fuera Mr. Hyde; sí, se convirtieron en fieras a la caza de la victoria. Un penalti de Mascherano, que solo se puede tachar de innecesaria sobre Zurutuza dentro del área,  hizo que Xabi Prieto convirtió el penalti en una remontada y victoria sobre el club que pasaba los 30 partidos sin caer

Se acabó la noche en Anoeta, la Real ganó la batalla de manera épica, dándole la vuelta a un partido que parecía a merced del Barça, pero no pudo mantenerse hasta el silbatazo final. Anoeta fue juez y verdugo del club catalán que no se preocupó por mantener el nivel para hacerse con la victoria y salir de San Sebastián sintiéndose campeones.