Quizá el reto más grande que tenga el Eibar para empezar el año sea la visita del Atlético de Madrid a Ipurúa y esto se debe a la talla que tiene el cuadro colchonero que actualmente se posiciona en la segunda casilla del campeonato. Todo lo que el Atlético ha podido alcanzar en años recientes se le debe en gran parte a su delantero, el francés, Antoine Griezmann. No hay adjetivos suficientes para describir a este crack mundial que se formó inicialmente para ser un volante por el costado y continuó su evolución siendo un experimento como delantero de área y finalmente se asentó como un falso nueve tan peligroso como un lince entre líneas. 

En esta temporada se ha vuelto habitual ver a Griezmann como un medio campista ofensivo encargado de colocar pases a un delantero que se encuentra como hombre objetivo en la última línea de ataque. Claro que esto no le impide anotar en algunas ocasiones para aportar al cuadro colchonero. 

De menos a más

En los inicios de la temporada tuvo problemas para hacer gol cuando Simeone quiso darle mayor protagonismo ubicándolo como delantero centro a causa de la baja cuota generada por los demás delanteros rojiblancos; no funcionó la prueba y Griezmann debió volver a su posición natural, siendo un asistente que aporta con su fina zurda y su velocidad para actuar. Actualmente ha hecho 4 asistencias, superando a los creativos Koke, Gabi y Saúl. Probablemente contra la SD Eibar vuelva a trabajar detrás de un ariete natural, más probable que sea Torres por la ausencia de Diego Costa que cumple sanción. Griezmann no puede tomarse a la ligera, pues aunque no sea la mejor temporada del Atlético, "El Príncipe" es el mejor jugador del equipo, prueba de ello son sus cinco anotaciones, igualado con Ángel Correa, probando que los '9' puro no funcionan en el Atlético actual que sin embargo marcha en la segunda posición, está claro que mientras haya Griezmann, hay vida.