Los blancos afrontan la eliminatoria del jueves con una clara premisa, ganar sí o sí en Leganés. El curso pasado un mal partido en el Bernabéu ante los vigueses les dejaron con la eliminatoria muy en contra que no fueron capaces de remontar.

Madrid y Celta se veían las caras en los Cuartos de Final del torneo del 'KO'. El primer partido se disputaba en el Bernabéu. Los blancos llegaban tras una derrota ante el Sevilla, pero con 40 partidos sin haber conocido la derrota. Los de Zidane perderían la ida con el resultado de 1-2. Iago Aspas adelantaría a los de Berizzo, por entonces entrenador del cuadro vigués, y Marcelo pondría el empate de nuevo en el luminoso. Cuando parecía que los locales apretaban más, Jonny daría de nuevo, y definitivamente, la ventaja a su equipo.

A pesar de la derrota, que por cierto, ¡qué tiempos aquellos!, el Madrid era un equipo mucho más compacto y con posibilidades de remontar la eliminatoria. A día de hoy sería difícil concebir una remontada, aunque de este equipo nunca se puede dudar.

Fuera del torneo del "ko" en Cuartos

Los blancos soñaban con dar al marcador y remontar, intentando revivir al Madrid de las grandes noches. Es decir, al de las grandes remontadas, aquello por lo que fue nombrado mejor equipo del siglo XX.

Sin embargo, el partido no siguió el cauce que pretendían los de Zidane. El partido en Balaídos comenzaba a favor de los locales. Un gol de Danilo en propia puerta, esa mala suerte que acompañó al lateral brasileño durante su periplo en la capital, daba la ventaja a los de Berizzo. A partir de ahí, se lo empezaron a creer de tal manera que anularon el juego de los madrileños. Pero en la segunda parte apareció Cristiano Ronaldo, quién si no, y con un disparo de libre directo ponía el empate en el luminoso y hacía creer en una posible remontada. Como las de antaño.

Sin embargo, y cuando yacía la eliminatoria, Wass desbarató todas las posibilidades de soñar con una remontada al poner el 2-1 en el electrónico. Finalmente, Benzema empataría en el descuento, pero sería irrelevante para su cometido. De esta manera, el Madrid debería mirarse en el espejo del año pasado y no cometer los mismos errores del pasado, porque no solo se jugará estar en la semifinal ante el Leganés, sino ante viejos fantasmas.