El Getafe vuelve a abrir una nueva jornada de la Liga Santander este viernes, nada más y nada menos que comenzando la segunda vuelta del campeonato nacional recibiendo al Athletic.

Los vascos han cuajado una primera vuelta algo irregular, sin la brillantez que alcanzó el equipo con entrenadores anteriores. Parece que la elección de Ziganda por parte del presidente, Josu Urrutia, no termina de ofrecer los resultados que se esperaban desde las gradas de San Mamés, aunque de momento son suficientes para que el técnico no vea peligrar su cargo.

Mucho mejor situado, tanto en la clasificación como respecto a la situación moral del conjunto, están los locales. El equipo de Bordalás ha conseguido 26 puntos en una vuelta, renta que le asegura la permanencia si consigue ganar cuatro o cinco partidos más de los 19 que restan hasta el final de la liga. Mucho tendrían que torcerse las cosas para que un equipo sorprendentemente sólido y fiable en la máxima categoría cayera a los puestos de descenso. Solo queda, por qué no, conseguir más puntos fuera del Coliseum para dar ese salto en la clasificación que haría de la vuelta del Getafe a primera algo extraordinario. En cualquier caso, teniendo en cuenta de donde viene el equipo, esto último se presenta como un reto más que como una obligación.

El principal antecedente –y el más cercano- entre ambos equipos es el empate a cero de la primera jornada en Bilbao. Un gol mal anulado a Markel Bergara, así como una defensa que ya prometía en el caso de los azulones, impidieron que el marcador se decantase a favor de alguno de los dos. Tradicionalmente, los vascos no son buen rival para el Geta, que lleva sin ganar el duelo en casa desde 2013 (1-0, gol de Borja). Las tres últimas visitas se han saldado con victoria de los rojiblancos, y los del sur de Madrid tratarán de que cambie la dinámica.