Un mes después, por fin, ha rodado el balón en El Sadar para jugarse el partido que enfrentó esta tarde a Osasuna y Nàstic, y que había sido aplazado el pasado 1 de diciembre por el temporal en Pamplona. Sin nieve y con un once inicial totalmente distinto al que se planteó en su momento a final del año pasado, el Nàstic se ha llevado los tres puntos en un partido que tuvo más polémica antes que durante el encuentro.

Efectividad absoluta de los de Rodri. Dos tiros, dos goles. Si a eso se suma la falta de acierto del equipo rival, que con más de veinte tiros no consiguió ni un gol, el resultado final es de 0 goles a 2 favorable a los intereses grana. Barreiro en la primera parte y Álvaro Vázquez en el tiempo de descuento de la segunda fueron los encargados de regalar tres puntos a lo tarraconenses.

El partido empezó con relativa igualdad entre ambos conjuntos, pese a que el dominio local se fue haciendo evidente con el paso del tiempo. David Rodríguez y Xisco fueron los dos jugadores más peligrosos del equipo rojillo, con Fran Merida como director de orquestra.

La tuvo primero Osasuna con un remate de David Rodríguez que se topó con el palo derecho de la portería de Dimitrievski. Los rojillos tuvieron las ocasiones más claras del partido, pero el Nàstic estaba bien posicionado en el rectángulo de juego. La primera gran ocasión del conjunto visitante fue un pase entre líneas de Juan Muñiz al que llego Tete Morente que consiguió driblar al meta local, Sergio Herrera. Morente, pero, no pudo seguir la jugada y el balón salió por línea de fondo.

En el minuto 30 cambió todo. Kakabadze saca el balón controlado del área del Nàstic, forcejea con un jugador rojillo, se deshace de él y da un pase de 40 metros perfectamente calculado para Manu Barreiro. El delantero gallego del Nàstic recibe la pelota y da un autopase por arriba que supera a Sergio Herrera y con un disparo cruzado pone el 0 a 1 en el marcador.

Lejos de dar el partido por perdido, el tanto revolucionó a Osasuna, que salió en tromba a buscar el empate. La agresividad en el ataque del conjunto de Diego Martínez no tuvo pemio con un remate de Xisco que salió por encima de la portería de Dimitrievski después de un pase magnífico de Roberto Torres. En la siguiente jugada se lesionaría Eddy Silvestre tras una falta recibida. En la caída el mediocentro grana se daría un golpe contra el suelo con el hombro, cosa que motivó su sustitución en pro de Matilla.

Los últimos minutos del primer tiempo fueron un monólogo constante del conjunto local, que por medio de Xisco y David Rodríguez intentaron perforar la portería de Dimitrevski hasta el pitido final. La suerte, la falta de puntería y la habilidad del meta macedonio consiguieron que el Nàstic se fuera a los vestuarios con un gol de ventaja.

Osasuna nunca se rinde… pero tampoco acierta

Sin duda alguna el técnico osasunista, Diego Martínez, dio un discurso a sus jugadores durante la media parte. El conjunto rojillo salió a buscar el partido con insistencia. Tanto fue así que al final del partido terminarían con 22 chuts a portería. Roberto Torres volvió a asistir a David Rodríguez que empujaría el balón en el área pequeña, pero su intento se topó con un ágil Dimitrievski.

En medio de la intensidad local, Diego Martínez quiso poner más carne en el asador, y Borja Lasso, nuevo fichaje del conjunto rojillo, debutó como jugador osasunista en el minuto 52 substituyendo a Roberto Torres. En sus pies se renovó el peligro local. También hubo movimiento en el banquillo visitante, con la entrada de Jean Luc y Álvaro Vázquez que substituyeron a Muñiz y Maikel Mesa respectivamente. Dos cambios a falta de media hora para terminar el partido. El entrenador grana, Rodri, quería matar el partido viendo la amenaza local.

Inexplicablemente, cuando el Nàstic recuperaba su mejor versión, llegó el fantasma de los errores defensivos que tantos goles le ha costado a los tarraconenses. Despistes consecutivos de Barreiro, Tete y Álvaro Vázquez fueron aprovechados por el ataque local para avasallar la portería de Dimitrievski. En la cabeza de Xisco y en los pies de Fran Mérida pasaba todo el peligro rojillo en el segundo tiempo.

Los últimos minutos fueron un dominio total y absoluto de Osasuna. En posesión y en peligro, los locales no querían perder los tres puntos, y seguían insistiendo. Pero cuando se centran demasiados esfuerzos en atacar, la defensa hace aguas. Y así lo vió Álvaro Vázquez, que aprovechó un error defensivo del conjunto rojillo para robar el balón en el medio del campo, ver como el meta local estaba muy fuera de portería, driblar a Lillo y poner el 0 a 2 definitivo en el marcador.

A 7 puntos del descenso, con la moral por las nubes y a falta de tres días para el derbi contra el máximo rival, el Reus, el Nàstic transmite la sensación de poder ganar a quien sea. Hoy, por primera vez en mucho tiempo, la propia portería grana terminó el partido con 0 goles en el casillero. Este domingo en el Nou Estadi, los de Rodri tienen otro objetivo: volver a ganar delante de su afición.