Sorpresa en el Metropolitano con la llegada del Girona a territorio colchonero. El empate de la ida en Montilivi había reavivado la esencia de un Girona que venía motivado para hacer las cosas igual, o mejor que en la primera jornada del campeonato.

Por su parte, el Atlético afrontaba el duelo tras haberse visto derrotados en Copa del Rey frente al Sevilla, en el último instante. Con el miedo en el cuerpo pero con confianza, el Atlético de Simeone inició el partido con cautela, sin demasiada presión pero aprovechando las contras para hacer daño.

La posesión fue igualitaria para ambos durante todo el encuentro, por lo que los de Simeone decidieron jugar buena parte con el contraataque. La habitual presión que caracteriza al Atlético tampoco fue excesiva, y el juego se tornó difícil poco antes de finalizar el partido.

Los últimos quince minutos se convirtieron en agónicos para un Atlético que no conseguía anotar y que se veía abrumado por la presencia del Girona en su área durante buena parte del tiempo, aunque a punto de finalizar el choque, se intercambiaron los papeles y el Atlético se hizo dueño del área gironesa aunque sin éxito.

Ángel Correa y Carrasco brillaron de nuevo

Un mano a mano de Correa con Bono fue la ocasión más clara del partido y, a pesar de que el argentino no logró meterla bajo los tres palos, lo cierto es que hizo un partido que añoraba Simeone. Saltó como titular a la banda derecha, y se hizo dueño y señor de la misma con Vrsaljko atrás para labores defensivas. Tanto él como Carrasco en el carril izquierdo supusieron un quebradero de cabeza para los laterales del equipo catalán, aguantando los noventa minutos como nunca antes habían conseguido en conjunto.

A ellos se le suma la labor de Giménez, que durante los 90 minutos ejerció en suplencia a Diego Godín ganándose la confianza de Simeone.

Temor en la delantera

La lesión de Costa y la actitud bipolar del delantero francés durante los últimos choques provocaron el miedo tras encajar el gol del Girona en el segundo tiempo al no conseguir anotar.

Kevin Gameiro saltó al campo pero tampoco destacó, y Antoine Griezmann fue sustituido, posiblemente con la mente puesta en el partido de Copa del martes, aunque lo cierto es que Simeone ha optado por retirar al francés en más de una ocasión durante las últimas jornadas.

Por su parte, Costa se ofreció en la delantera con varias oportundiades, desbordando a los centrales y buscando el hueco para sus compañeros aunque también sin éxito; se retiró lesionado durante la segunda mitad.