Rubén Pérez es esa especie de futbolista que no es una “estrella”, pero su equipo lo echa de menos cuando falta. Sin embargo, le ha costado mucho tener la confianza de sus entrenadores. Sus principales cualidades son su seguridad con la pelota y su capacidad para recuperarla cuando su equipo no la posee.

En los inicios de su carrera profesional en el Atlético de Madrid, Rubén era un jugador que había despuntado en las categorías inferiores, pero nunca llegó a asentarse en el equipo rojiblanco. Durante su camino en el fútbol, Rubén siempre ha sido un jugador con demasiadas lesiones, lo que le ha impedido tener continuidad en los diferentes equipos en los que ha estado.

Deportivo, Getafe, Betis, Elche, Torino y Granada. Estos han sido los conjuntos en los que ha militado antes de convertirse en un jugador muy importante para los intereses del Leganés. En ninguno de ellos consiguió llegar al nivel que se le presuponía, debido a las ya comentadas lesiones que ha sufrido.

Sólo ahora, a sus veintiocho años, en su madurez futbolística, ha conseguido hacerse con un hueco en el once titular de un equipo. Es probable que esto se deba a su cambio de posición en el terreno de juego a lo largo de estos años. Porque Rubén no ha sido siempre el jugador que se conoce hoy en día. En sus inicios jugaba más adelantado, en la posición de enganche o mediapunta, tenía talento, pero al no ser un jugador que se sacrificara defensivamente, los entrenadores siempre tenían otras preferencias en sus plantillas. Pero ha sabido “reciclarse” a mediocentro pocisional y a su calidad innata le ha sumado el esfuerzo defensivo que se le demandaba.

Actualmente es uno de los estandartes de este sorprendente Leganés y cuenta con la confianza total de su entrenador, Asier Garitano. Esta temporada se ha erguido como uno de los mejores mediocentros de la competición, estando siempre entre los jugadores que más balones recupera y entre los que más pases acertados completa por partido. Ahora asoma menos por el área pero dirige a su equipo desde el vértice más cercano a la defensa. Desde ahí se combina a la perfección con Gabriel Pires, siendo éste último el que se descuelga y hace los goles llegando en segunda línea.

En la atención que el Getafe muestre a Rubén Pérez estará una de las claves del derbi del Sur de Madrid. Rubén, el timón del barco de Leganés.