Los caprichos del destino quisieron que el pasado fin de semana un padre y un hijo fuesen los protagonistas de una historia con final feliz. Dos hombres, dos soñadores, dos futboleros. Estos protagonistas fueron sin duda Loren Morón padre y Loren Morón hijo, que vieron como el fútbol les sonreía.

Sitúense. Loren Morón padre, actualmente es el entrenador del Mérida Asociación Deportiva desde el pasado 26 de diciembre, tiene un amplio currículum como futbolista profesional tras pasar por equipos como el Mérida CP, UD Salamanca, Recreativo de Huelva, Marbella y hasta el propio Sevilla FC, con el que ascendió de Segunda a Primera División. Como entrenador ha dirigido a varios equipos como Marbella, Mancha Real , Vélez y ahora el Mérida, entre otros.

Por su parte, Loren Morón hijo se formó como futbolista en equipos malagueños como la Peña Los Compadres, Vázquez Cultural, Unión Estepona, Marbella FC y Vélez hasta dar el salto al Betis Deportivo en el mercado invernal de la temporada 2014/15. Actualmente, es el máximo goleador del grupo IV de la Segunda División B con el Betis Deportivo con 17 goles, cifra qu le hizo ascender la pasada semana al primer equipo del Real Betis.

Imagen de Loren Morón padre previa a un parido con el Mérida
Loren Morón padre previa a un parido con el Mérida | FOTO: VAVEL

Todo parecía una jornada más pero Loren Morón padre terminó el sábado su entrenamiento matutino con el Mérida y puso dirección a Sevilla para ver el primer partido de su hijo con el primer equipo del Real Betis. Lo que nunca esperaba es que fuese titular en su primer partido con el primer equipo.

Así fue. Loren Morón hijo, a sus 24 años, debutaba en Primera División con el primer equipo verdiblanco mientras su padre y el resto de su familia estaba en las gradas del Estadio Benito Villamarín para verlo. Pero la sorpresa y la emoción llegó en el minuto 45 del Betis-Villarreal, cuando Loren recibía un balón de Fabián a unos metros de la frontal del área, levantó la cabeza y sacó un auténtico zapatazo para anotar un golazo que desató la locura en el Villamarín y en los miembros de su familia.

La alegría fue aún mayor cuando en el minuto 65 el propio Fabián tiraba a puerta y Loren se cruzaba para cambiar la trayectoria del balón con la cabeza, anotando su segundo gol de la tarde. El encuentro finalizó con el resultado de 2-1 para los verdiblancos. Todo había salido a pedir de boca.

Loren Morón padre contó ante los micrófonos de Canal Extremadura Radio la emoción que sintió al ver el partido de su hijo, donde incluso afirmó que no paró de llorar. Esa fecha será difícil de olvidar tanto para uno como para el otro.

Imagen de Loren Morón hijo en la temporada 2015/16 rodeado de jugadores del Mérida
Loren Morón hijo en la temporada 2015/16 rodeado de jugadores del Mérida | FOTO: VAVEL

Pero el fin de semana no terminó ahí, quedaba el domingo. Y el domingo le tocaba a Loren Morón padre. Desde su llegada al banquillo del Mérida, el técnico marbellí no había logrado aún una victoria con el conjunto romano. Sus números en cuatro partidos eran de un empate y tres derrotas.

Como este era el fin de semana de los Morón, también cambió la dinámica del Mérida de Loren padre. El conjunto romano se impuso al Jumilla por un ajustado 1-0, en un partido muy sufrido donde el propio Loren levantó a la afición durante el partido alzando sus brazos al estilo del Cholo Simeone.

Loren Morón padre confirmó también ante los micrófonos de Canal Extremadura Radio que al finalizar el partido recibió un mensaje de su hijo felicitándolo por su primera victoria como entrenador del Mérida, cerrando así un fin de semana que muy difícilmente olvidarán en esa familia.

Tras estos idílicos días, la vida de Loren Morón padre y de Loren Morón hijo sigue adelante. El primero lucha para sacar al Mérida de los puestos cercanos al descenso, mientras que el segundo entrena y trabaja para hacerse con un puesto en la plantilla de Quique Setién. Dos objetivos distintos, dos personas que viven el fútbol de manera muy similar aunque uno desde el banquillo y el otro desde el verde, pero sobre todo dos personas unidas, además de por la sangre, por una pasión común: el fútbol.