El Molinón recibirá este sábado a uno de los equipos más duros y competitivos de la categoría: El Numancia. Un equipo que no le trae buenos recuerdos al conjunto rojiblanco, debido a la soberana lección de fútbol que recibió el 16 de Septiembre en los Pajaritos (3-0).

En aquel entonces ambos equipos llegaban con buenas sensaciones al encuentro y con el objetivo de ganar a un más que posible candidato al ascenso. Sin embargo, un equipo gijonés sin las ideas claras y sin la intensidad que requería este encuentro, comenzaba el encuentro recibiendo un gol local en los minutos iniciales, obra del delantero soriano Pablo Valcarce, qué recibía un pase de Pere Milla y se deshacía de su marca logrando un golazo ajustado al palo de la portería de Oscar Whalley. 

No supo reaccionar el conjunto asturiano a este gol, el Numancia dominaba el juego y  fue entonces cuándo llegó el segundo tanto del conjunto soriano. Íñigo Pérez buscaba portería en un centrochut que Whalley sacó con dificultades. Sin embargo, el balón fue para Escassi que, casi como acto reflejo, enviaba el esférico al fondo de la red. El 2-0 ponía tierra de por medio y dejaba al Sporting en la lona antes del descanso.

El equipo asturiano en aquel entonces dirigido por Paco Herrera adelantaba líneas e intentaba recortar distancias, mientras el equipo local intentaba rematar el encuentro a las contras. Fue entonces cuando Pablo Valcarce, el protagonista de la noche,  recibía un balón filtrado de Marc Mateu y cruzaba el balón con el exterior de su bota derecha ante la salida impotente de Whalley. El conjunto gijonés no lograba la remontada y, fruto de la desesperación, Carlos Castro era expulsado tras una entrada sobre Diamanká.

Este Sábado (16:00 horas) el equipo asturiano afrontará el encuentro ‘tocado’ tras la derrota en el derbi asturiano, pero no cabe duda que intentará resarcirse de ello venciendo a uno de los mejores equipos de la categoría de plata.