La UD Las Palmas encara con optimismo la jornada que se avecina que enfrentará a los canarios y al Athletic Club de Bilbao. El equipo comandado por José Ángel Ziganda se encuentra en horas bajas y es que está protagonizando una de las peores temporadas de los últimos años. Hasta la jornada 22, solo han conseguido sumar seis victorias –una más que Las Palmas-, mientras que han cosechado nueve empates, algo que les ha permitido no dejar de sumar y estar lejos de los puestos de descenso. Sin embargo, es un bagaje insuficiente para un equipo que siempre aspira a meterse en competiciones europeas.

Parece que al técnico del club bilbaíno le cuesta dar con la tecla, y eso que heredó la misma plantilla con la que Ernesto Valverde logró encaramarse a la séptima posición la pasada campaña, metiéndose así en Europa. De hecho, la única variación significativa que ha experimentado el vestuario ha sido la reciente marcha de Aymeric Laporte, pero incluso con él, el equipo no ha estado reconocible.

El clásico esquema que ha caracterizado a los bilbaínos durante los últimos años –un claro 4-4-2 con Aritz Aduriz e Iñaki Williams como punta de lanza-, también ha tenido continuidad tras la llegada de Ziganda. Sin embargo, no ha dado resultado y el técnico ya ha comenzado a introducir variantes. En el último partido, ante el Girona, optó por alinear un 5-4-1 con el objetivo de dotar de solidez a una defensa desprovista de Laporte pero con el recién llegado Íñigo Martínez. El claro objetivo de Ziganda era mantener su portería a cero, algo que no consiguen desde la decimoctava jornada, ante el Alavés. El resultado no fue el esperado, ya que el Athletic Club terminó encajando dos goles y perdiendo de esta manera el partido.

Incógnitas en el planteamiento de cara al próximo partido

El encargado de asumir todo el peso del ataque en el último encuentro disputado por el Athletic Club fue Williams, un delantero rápido y habilidoso pero que quizás no cumple el estereotipo del clásico ariete que ha dominado el ataque de los bilbaínos durante los últimos años y que tan bien congenia con su estilo de juego. De hecho, Aduriz, que sí que cumple dicho perfil y además es el máximo goleador del equipo, fue quien se quedó en el banquillo para entrar en la segunda parte, justo antes de que llegase el segundo gol de Christian Stuani para el Girona.

José Ángel Ziganda dirige a sus jugadores | Foto: udlaspalmas.es
José Ángel Ziganda dirige a sus jugadores | Foto: udlaspalmas.es

Resulta complicado dilucidar cuál será el planteamiento de Ziganda de cara al partido ante la UD. Lo más probable, es que opte por un centro del campo denso que dificulte la circulación de balón de Las Palmas a sabiendas de que el juego del equipo canario se crea desde la sala de máquinas y de que su jugador más talentoso, Jonathan Viera, se prodiga por esos lares. El veloz Williams volverá a ser titular y tratará de aprovechar los espacios que deja a su espalda la defensa de la escuadra de Paco Jémez, que siempre juega con fuego y adelanta la línea hasta el centro del campo para tratar de achicar espacios y agobiar al rival. Quienes sin duda no formarán parte de la convocatoria de Ziganda son Mikel Balenziaga e Iker Muniain, ambos lesionados de gravedad.

Las Palmas ya logró imponerse al Athletic Club en el partido de ida, en el Gran Canaria, con un solitario gol del exdelantero amarillo Loïc Rémy. En la última visita de los grancanarios a 'La Catedral', el Athletic arrasó y le endosó cinco goles al combinado que, por aquel entonces, entrenaba Quique Setién.

El viernes se enfrentarán dos equipos necesitados, uno porque quiere estar arriba; el otro porque quiere salir de abajo. Los leones de Ziganda están famélicos y ya saborean la presa, pero eso hace que también sea el momento propicio para que Las Palmas les dé la estocada. No obstante, tiene que andarse con mucho ojo si no quiere llevarse un zarpazo del Athletic Club que le hunda en la clasificación.