Oliver de la Fuente Ramos, nacido en Valladolid hace 26 años, perteneciente al Comité Territorial Castellano-Leonés, será el encargado de impartir justicia este domingo en La Romareda a las 20:30 horas en el partido que enfrentará al Real Zaragoza y al CD. Lugo.

Desde los 14 años que empezó en el arbitraje, no ha dejado de quemar etapas de manera vigorosa, ascendiendo a Segunda División con tan solo 22 años, el segundo más joven de la historia Federativa española. Esta es su cuarta temporada en la categoría y ya ha estado cerca de ascender en alguna ocasión, obteniendo por parte de MARCA, que es quien los otorga, el Premio Guruceta a mejor arbitro de la categoría en 2016.

Un colegiado estrella, apodado el "Mozart" de los árbitros, en el que la Federación tiene puesta altas expectativas, un prodigio del arbitraje y demás adjetivos acompañan en ciertos medios a este estudiante de Trabajo Social, si bien con el Real Zaragoza no ha tenido la suficiente fortuna a lo largo de su corta carrera en la categoría.

Cualquier zaragocista recordará su impasibilidad ante el portero del Nàstic cuando este decidió parar el partido cinco minutos y destrozar con los tacos el punto de penalti, que fallaría después de señalar la dudosa pena máxima a favor del Nàstic, una mano involuntaria de Guitian, en La Romareda, que con otras actitudes y facetas del juego encolerizaron al respetable del Real Zaragoza. Algo parecido ocurrió en el estadio del Getafe, el Coliseum Alfonso Pérez, donde el Real Zaragoza acabaría derrotado por 1-0 por un penalti inexistente de Bagnack.

Este año ha arbitrado el Huesca - Real Zaragoza, partido en el que Huesca venció contundentemente a los maños con un  3-1, mostrando cinco amarillas: dos al local y tres al visitante.

Estadísticamente hablando, ha arbitrado al Zaragoza y al Lugo en siete y ocho partidos respectivamente, siendo ligeramente favorable para el Real Zaragoza con un 29% de victorias, 29% de empates y un 42% de derrotas, donde ha mostrado 21 tarjetas amarillas. Respecto al Lugo con un 25% de Victorias y empates y un 50% de derrotas, con 21 amarillas y dos rojas mostradas en los partidos.

En general estos dos últimos años ha bajado la media de tarjetas amarillas y rojas que muestra por partido, con una media en los once partidos que ha dirigido de 5,45 amarillas por partido y 0,18 rojas.

Esperar que tenga suerte y haga un buen arbitraje, por bien del deporte, el espectáculo deportivo y los equipos y aficiones. En fin, como se suele decir, que lo mejor es que nadie se acuerde de quien era el árbitro, esa será la mejor señal.