Hace tan solo unas semanas, Oghenekaro Peter Etebo era un auténtico desconocido para la afición de la UD Las Palmas, equipo al que ahora presta sus servicios el centrocampista nigeriano. En un solo partido, ha conseguido ganarse los corazones de los aficionados amarillos a base de esfuerzo, trabajo y buen hacer, pero, ¿quién es realmente Oghenekaro Etebo? ¿De dónde ha salido? ¿Por qué está en Las Palmas? Tiene tan solo 22 años y su trayectoria, como es lógico, ha sido breve, aunque está plagada de curiosidades.
Etebo nació en Nigeria el 9 de noviembre de 1995, en una ciudad portuaria del país llamada Lagos. Es una de las ciudades más conocidas de África, ya que es la segunda más poblada del continente. Más de 13 millones de personas viven en Lago, siendo superada solo por El Cairo (Egipto). Lagos es una cantera de futbolistas muy potente en África. Siendo una ciudad tan poblada, es muy probable que muchos de los futbolistas nigerianos que hayan dado el salto a Europa y al fútbol profesional provengan de esa ciudad. Sin ir más lejos, Imoh Ezekiel, quien probablemente también acabará jugando para Las Palmas, también es de Lago. De esta manera, el club amarillo tendrá en su plantilla a dos jugadores africanos nacidos en la misma ciudad y casi de la misma edad –Etebo es del 95 y Ezekiel del 93-.
Un futbolista forjado en la cantera africana
La carrera de Etebo no ha sido como la de la mayoría de futbolistas que llegan hoy en día al deporte profesional. Lo normal es que los ojeadores detecten jóvenes promesas y, con apenas 12 o 13 años, acaben viajando a Europa para unirse a las canteras de equipos como el Real Madrid, el FC Barcelona, el Arsenal o el Ajax. De hecho, existen fundaciones como las de Samuel Eto’o que se dedican de manera exclusiva a dar a conocer jóvenes promesas, dándoles la oportunidad de salir de África rumbo a Europa y mejorando su calidad de vida.
Etebo no pudo aprovecharse de ese tipo de herramientas y se labró un nombre en África, a través de la Liga Premier de Nigeria, la más importante del país. Jugando para el Warri Wolves FC, consiguió que los diferentes seleccionadores de Nigeria se fijasen en él y le dieron la oportunidad. Etebo no las desaprovechó y comenzó a darse a conocer a nivel internacional.
Primeros pasos en la selección
El 27 de julio de 2013, con tan solo 17 años, debutó con la selección en un partido de la Clasificación para el Campeonato Africano de Naciones de 2014. Su equipo perdió ante Costa de Marfil, pero el marcador global (4-3) les permitió pasar de fase, aunque finalmente no fue seleccionado para disputar dicha competición con Nigeria.
A mediados de 2015, se le presentó una nueva oportunidad para disputar la Clasificación para el Campeonato Africano Preolímpico. Nigeria se impuso al Congo y se clasificaron. Esta vez sí formaría parte de la partida para disputar el título y la clasificación para asistir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Etebo fue uno de los futbolistas destacados de la competición. Ayudó a su selección a seguir viva anotando los dos goles que valdrían el empate contra Egipto. Se clasificaron para la semifinal contra Senegal y el único goleador del partido fue Etebo, que en el minuto 77 marcaba el tanto que les daba el pase a la final. En el último partido de la competición, volvió a ser titular con su selección por quinta vez consecutiva y anotó dos dianas para fijar un resultado final de 2-1. Etebo se proclamaba héroe nacional en Nigeria marcando 5 tantos en la competición y su equipo disputaría los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Todo esto le valió para convertirse en uno de los jóvenes talentos a seguir por muchos ojeadores y expertos. Tanto es así, que recibió el premio al jugador más talentoso y prometedor del 2015 según la Confederación Africana de Fútbol. Etebo aprovechó el escaparate que supone participar en competiciones internacionales con la selección nacional y atrajo muchas miradas. Fue finalmente el CD Feirense, de la Liga NOS, el que se atrevió a darle una oportunidad y, de esta forma, Etebo traspasó la frontera africana y entró a formar parte del grupo de futbolistas profesionales que compiten en Europa.
Pero ahí no terminaría su periplo con la selección nigeriana. La hazaña más increíble protagonizada por Etebo llegó en los Juegos Olímpicos de 2016, en Brasil. Incluso un experto en fútbol internacional, como es Julio Maldonado, quiso advertir la presencia de Etebo en los Juegos.
Como es lógico, el centrocampista formó parte de la partida y se desplazó a Sudamérica para disputar el torneo. El día de su debut en la competición volvió a ganarse los corazones de sus paisanos, siendo el protagonista principal. Partido loco ante Japón que terminó con un increíble 5-4 a favor de Nigeria. ¿Quién fue el principal responsable de la victoria africana? Efectivamente: Etebo, que marcó nada más y nada menos que 4 de los goles de su equipo.
Desde ese entonces, las miradas estaban fijas en él y suscitó aún más interés. Nigeria protagonizó un extraordinario torneo y logró llevarse una meritoria medalla de bronce para su país en la disciplina olímpica balompédica.
La vida continúa después de los Juegos Olímpicos
Tras los Juegos, Oghenekaro Etebo siguió jugando para el Feirense. En esta temporada 2017-18 había disputado 18 partidos y anotado 4 goles hasta el momento en el que la UD puso sus ojos en él y se concretó su fichaje por el club canario. Un auténtico desconocido para la afición y para la liga española.
“No vengo para estar sentado en el banquillo”, aseguró el centrocampista el día de su presentación como nuevo jugador de Las Palmas. Paco Jémez lo alineó de inicio en el partido contra el Málaga y en tan solo 90 minutos se ganó el reconocimiento, los aplausos y la admiración de su afición, dejando detalles de calidad, mostrando su capacidad de conducción, su potencia, su zancada, su disparo desde media distancia y su visión de juego. Un centro campista al más puro estilo ‘box to box’, de área a área, aunque también de córner a córner o de banda a banda si hace falta.
Etebo es el reflejo de lo que la afición anhelaba
La afición amarilla quería algo así. En una situación tan crítica, querían ver a un jugador que se partiese la espalda y las piernas a base de correr y esforzarse para poder llevarse los 3 puntos. Ver a Etebo supuso un motivo de alivio y alegría, también para sus compañeros, que podían comprobar en cada acción cómo siempre aparecía el nigeriano dispuesto a ayudar, ya fuese en ataque o en defensa.
Etebo decía la verdad: no ha venido para sentarse en el banquillo, ha venido a correr, a trabajar, a competir y a ganarse el puesto y los corazones amarillos. De continuar así, Paco Jémez no tendrá más remedio que obedecer a su pupilo y alinearle cada día, partido tras partido. El nigeriano es el nuevo jugador de moda en Las Palmas.