En aquel partido, allá por septiembre del año pasado, los de Quique Sánchez Flores se impusieron a los vigueses y cosecharon la primera victoria de la temporada en la cuarta jornada liguera tras un empate y dos derrotas. 

El partido comenzó con un dominio total blanquiazul, que parecía haber recuperado las buenas sensaciones recogidas a finales de la campaña pasada y que quería cambiar la dinámica de esta. A los pocos minutos, Gerard tuvo la primera ocasión del partido tras un gran pase al hueco de Baptistao que burló toda la defensa celeste, pero el 7 perico cruzó demasiado su disparo. 

A los diez minutos, de nuevo Leo Baptistao conectaba con Gerard y esta vez el de Santa Perpètua no fallaba. Gerard, que había recibido en posición de fuera de juego, lanzó un disparo cruzado desde la frontal del área imposible de alcanzar para Sergio Álvarez. Los pericos se estaban gustando y conseguían adelantarse en el marcador. 

Posteriormente, Pione Sisto cuelga un gran balón al corazón del área que remata Iago Aspas, pero su cabezazo se fue ligeramente desviado de la portería defendida por Pau. Apenas cinco minutos después, la presión del Espanyol hace que Cabral pierda la pelota, que cae en Jurado, y que para rematar la magnífica acción de recuperación y contraataque la cede para Piatti y el argentino lanza un disparo fortísimo que Sergio Álvarez llega a tocar, pero no puede evitar que el balón acabe dentro de su portería. 

No había pasado ni media hora y el Espanyol parecía que tenía el partido controlado. Dominaba tanto en posesión como en juego y en ocasiones. Y así se llegaba al descanso. Con un Celta la que no le había salido nada y un Espanyol que estaba jugando de maravilla. 

Comenzó la segunda parte, y con un Espanyol bastante relajado, fue el Celta el que se lanzó al ataque en busca de un gol tempranero para intentar sacar algún punto del RCDE Stadium. Con el arreón del Celta, la parroquia perica se vino arriba para intentar animar a sus jugadores, pero, cuando quedaban veinte minutos para el final del partido llegó el gol del Celta: Iago Aspas encara a una defensa periquita embotada en el área, le pasa el balón a un Pione Sisto solo en la frontal del área y su chut se cuela en la portería perica tras rebotar en Fontás, desconcertando así a Pau. 

Los de Unzué se volcarían entonces ofensivamente en busca del empate mientras el Espanyol intentaba controlar la posesión del esférico y que pasaran los minutos, pero el nerviosismo se notaba tanto en la escuadra perica como en su afición. 

Finalmente, los de Quique Sánchez Flores se llevaron los tres puntos y consiguieron así su primera victoria liguera de la temporada. ¿Conseguirán los pericos sacar los tres puntos de Balaídos tras su gran partido contra el FC Barcelona la semana pasada? ¿O será el Celta quien haga de su campo un fortín y vuelva a ganar en él como hace dos jornadas contra el Betis?