El Éibar se llevó la victoria en el último minuto del partido gracias a un gol de cabeza de Ramis al remate de un córner. El partido estuvo igualado, pero la mayor sensación de peligro la dio siempre el equipo armero.  Los de Garitano salieron con muchos suplentes y se quedaron con un jugador menos tras la expulsión de Siovas. El Éibar se mete de lleno en la pelea por la Europa League gracias a un tanto, por segunda semana consecutiva, de Iván Ramis.

Mucha intensidad en el Éibar

Volvía el Leganés a la realidad doméstica en una tarde más cálida que la de las últimas semanas. En el partido que se inició con un Leganés con muchas rotaciones respecto al miércoles quien salió mandón fue el Éibar. El equipo de Mendilibar presionaba arriba y recuperaba rápido el balón, aunque tampoco dispuso de grandes ocasiones. Pape Diop remató un córner y Orellana metió un centro al que no llegó Charles por poco. Estos dos hombres, flamantes fichajes del mercado invernal, fueron los hombres más activos del equipo armero. Hasta el minuto 8 no se acercó el Leganés a la meta de Dmitrovic, siempre a través de centros y córners.  Pero quien mandaba era el Éibar que a base de mandar balones a Kike García para que se pelease con los centrales pepineros ganaba muchas segundas jugadas.

A partir del cuarto de hora, el ritmo decayó aunque el Éibar seguía mandando. Si Kike García podía sus centrales, Guerrero no hacía lo propio con los suyos. Por ese motivo, Garitano situó a Pires casi como segundo punta, pero la consecuencia de esta decisión era la poca circulación de balón del Leganés.  Orellana mandó un balón arriba en el 21 y Kike García tuvo otro remate poco claro.  La mejor ocasión de la primera parte, si es que se le puede llamar ocasión, fue un balón embarullado que la defensa del Éibar no acertaba a despejar y que a punto estuvo de llegarle a Pires en su labor como nueve. El balón lo atrapó Dmitrovic. Hasta el descanso, el partido fue más igualado, pero todos los acercamientos fueron con polo peligro.

Más movido el segundo tiempo

El segundo tiempo arrancó con la entrada de Amrabat por Naranjo.  El marroquí hizo más cosas en cinco minutos que Naranjo en los anteriores 45. Pires le buscó con un buen pase de exterior, pero Nordin no llegó. Sin embargo, quien tuvo la primera ocasión clara fue el Éibar. Cote centró, remató en el segundo palo Charles y Kike García no llegó a remachar en el primero por muy poco. Un minuto después, Kike iba a quedarse solo delante de Cuéllar, pero su disparo fue muy flojo y acabó en manos del portero.  Respondió el Leganés a los cinco minutos con su mejor combinación del partido, el balón le llegó Amrabat que centró y Raúl García apareció para estorbar más que para rematar y el balón se fue fuera. En diez minutos habían ocurrido muchas más cosas que en la primera parte, pero tampoco iba a durar mucho.

Garitano dio entrada a El Zhar, pero no tuvo mucha influencia. La mayoría de llegadas eran del Éibar, un centro raso de Diop que atrapó Cuéllar y un disparo de Inui que se fue arriba. En el 66’ un fallo en la entrega del ‘Pichu’ que acabó en fuera de juego del Éibar provocó un runrún que luego se convertiría en pitos tras un par de saques defectuosos del guardameta.  Sin embargo, lo que iba a decantar el partido fue la expulsión de Siovas. El central griego vio dos amarillas en apenas 10 minutos por situaciones similares en las que salió fuera de sitio a cortar la jugada. 

Con uno menos a falta de diez minutos, Garitano ya había agotado sus cambios y no le quedó otra que situar a Gumbau junto a Muñoz. La consigna era clara, había que aguantar el empate.  En el 86’ tuvo la última el Leganés tras una (otra) gran jugada de Amrabat cuyo centro no encontró a Guerrero. A partir de ahí, fue un acoso y derribo del equipo de Mendilibar que hizo sus tres cambios en los últimos 10 minutos. Charles y Kike García tuvieron el gol en su cabeza en dos jugadas en el descuento. Sin embargo, iba a ser un central, Iván Ramis, quien enviara el cuero dentro de la portería de Cuéllar en la última jugada del partido. El partido lo ganó quien más opciones tuvo y ahora el Éibar mira a Europa. Al Leganés, por su parte, le quedan tres meses para firmar una permanencia tranquila, pero hoy no era el día.