El Real Madrid se llevó los tres puntos en su duelo con la Real Sociedad en un encuentro que finalizó 5-2 pero que murió en el descanso con el arrollador 4-0 de los blancos. Tras una primera mitad magistral del equipo de Zidane, en la segunda parte se cometieron errores inconcebibles de cara al próximo miércoles. 

Un equipo comprometido

Por primera vez desde hace mucho tiempo se volvió a ver al Real Madrid de la temporada pasada. Durante el transcurso de los primeros 45 minutos el conjunto blanco demostró que aún recuerda como se jugaba a este deporte. Goles aparte, se volvió a ver a jugadores comprometidos con la causa. Todos defendían. Todos reculaban cuando la Real intentaba acercarse a la portería de Keylor Navas. Kroos, Modric, Asensio y Lucas no pararon de correr y eso es algo que logicamente se nota. Se ha recuperado la actitud y lo más importante, la solidaridad defensiva. 

Cristiano siempre vuelve

Hacía más de un año que el portugués no anotaba un hat trik en Liga. Tras una temporada bastante errática de Ronaldo, de las peores del delantero, a cuatro días de la gran cita vuelve a resurgir. No solo por los goles, sino también por su actitud y su intensidad. Falta le hace al Real Madrid que practicamente depende de sus goles a falta de un killer. 

Los menos habituales, claves

Lucas Vázquez y Asensio partieron como titulares y se marcaron un partidazo. Lucas anotó el primero de la noche y Marco dejó detalles de calidad allá por donde pasaba. El gallego, un puñal por la banda derecha. El balear, un mago al que este curso no le dejan usar la varita. El Real Madrid necesita que estos jugadores cojan galones. Es inaceptable que su titularidad sea una sorpresa. Ambos se marcharon ovacionados por un Santiago Bernabéu que sabe que merecen jugar bastante más. 

Todo sigue igual con Benzema

En un partido donde el equipo blanco logró anotar 5 goles su delantero titular por decreto ni si quiera creó peligro. Quizás el único de los 11 que pasó desapercibido en la primera mitad. Benzema no despierta y sigue sumando minutos que no merece. Su fallo en la última jugada del partido, un reflejo de su situación actual. El francés es un jugadorazo y lo ha demostrado en los 9 años que lleva en Madrid, pero a día de hoy no es un elemento clave ni diferencial. 

Una segunda parte para olvidar

Tras la vuelta de los vestuarios, el Real Madrid entró en un estado de relajación y autocomplacencia que acabó con errores defensivos inaceptables de cara al partido frente a los parisinos. Con el partido ganado y la afición contenta tras la imperial primera mitad, el Real Madrid dejó de jugar. Bautista e Illarramendi lo aprovecharon materializando los dos goles de la Real. Si el equipo blanco quiere pasar a cuartos de final en Europa debe dominar el partido los 90 minutos, o al menos intentarlo. Dejar jugar al rival es un gran error y de seguro Zidane habrá abroncado a los suyos por la poca intensidad de los últimos compases. 

La presión como despertador

Parece que ha hecho falta que los jugadores sientan la presión de la eliminatoria europea para que despertar. El Real Madrid deja grandísimas sensaciones y de seguro hubiera firmado el partido realizado antes del pitido inicial. Que no se confíen los parisinos. La bestia blanca ha vuelto. O eso parece. Después de estos meses, cualquier cosa puede pasar el miércoles