El Real Madrid se impuso al PSG con dos goles en el tramo final del partido cuando mejor se encontraba el equipo parisino. Los cambios de Zidane y de Emery en la segunda mitad fueron claves. Nunca puedes perdonarle la vida en Europa al equipo blanco. Menos aún si se encuentra herido. Ahí es cuando el Real Madrid se vuelve más peligroso e impredecible. 

Zidane apostó por un 4-3-1-2 sacrificando a Bale en detrimento de Isco, buscando tener más control de la pelota y apostando una vez más por un Benzema que dejó mucho que desear. Emery planteó un 4-3-3 donde Giovanni Lo Celso ocuparía el puesto en el pivote de Thiago Motta. La solución fue la más creativa posible pero también conllevaba sus riesgos. Dicen que en el fútbol, cuando te tapas la cabeza te descuidas los pies y viceversa. Y eso fue lo que le pasó a Unai y al PSG.

Igualdad máxima en los primeros 45 minutos

La primera parte estuvo marcada por la igualdad. El Real Madrid salió a presionar muy arriba la salida de balón para tratar de incomodar lo máximo posible a los parisinos, que armaban rápido el contragolpe por las bandas con las conducciones de Neymar y Mbappé. Un partido de ida y vuelta donde el equipo blanco iba a tener la primera gran ocasión en el minuto 28.

Un grandísimo pase de Marcelo dejó a Cristiano mano a mano frente a Areola y el arquero francés tapó con la cara el primero. Perdonó el Madrid y lo pagó. A los cinco minutos una arrancada de Mbappé por la banda derecha acabó con un centro de la joven estrella, Cavani la dejó pasar y Neymar, con un taconazo al alcance de pocos elegidos, dejó en bandeja a Rabiot el primero de la noche.

0-1 y el Real Madrid no se vendría abajo tan fácilmente. El partido siguió igualado y gracias a la presión madridista a punto estuvo Cristiano, otra vez, de anotar el empate pocos minutos después. Tras unos instantes, el PSG tuvo la réplica. Cavani estuvo cerca de anotar un 0-2 que pudo ser decisivo. Y al borde del descanso llegó la jugada que probablemente marcaría el partido. Lo Celso comete un penalti de infantiles sobre Kroos y Ronaldo no falla desde los 11 metros. Sobrepasado el argentino por el partido y por la falta de experiencia en este tipo de situaciones. 

Cuando peor estaba el Madrid, Asensio rompe el partido

Tras la vuelta de los vestuarios, el PSG fue superior al Madrid. Keylor y Ramos salvaron los goles de Mbappé y Kimpembe. Los franceses dominaban el partido y el Real Madrid no conseguía salir con claridad hacia el área de Areola. Llegaron entonces los cambios que definirían el resto del partido.

Emery dio entrada a Meunier por Cavani. Un cambio que solo él entendió y que hizo perder potencial ofensivo a su equipo. Zidane decidió por fin sacar del terreno de juego a Benzema por Bale, desaparecido un día más. Y en el minuto 79, fue cuando Zinedine acabó por ganarle la partida a Unai.

Lucas y Asensio saltaron al verde por un Casemiro que no tuvo su día y un Isco que acabó literalmente fundido por el despliegue físico realizado. El mago balear destapó el tarro de las esencias y se cargó el partido. Dos jugadas muy parecidas por la banda izquierda acabaron con un centro de la joven perla blanca y con Cristiano y Marcelo, con una pizca de suerte ambos, rematando al PSG y el partido.

Cuando menos lo merecía el Madrid, destrozó la ida de los octavos de final de la Champions League. Nunca puedes dar por muerto al Real Madrid. Nunca puedes perdonarle la vida. El PSG lo hizo y lo acabó pagando. La vuelta en el Parque de los Príncipes, donde se espera un partido de época, será la que decida cual de estos dos transatlánticos del fútbol mundial pasa a la siguiente fase. 

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