Inició la ronda de dieciseisavos de final de la Europa League. La Real tuvo que defender la casa contra el Red Bull de Salzburgo y lo que parecía ser una defensa tranquila de la casa terminó siendo un empate sufrido que dejó nuevamente en claro las cadencias defensivas del equipo txuri-urdin. 

La noche se dejó caer sobre Anoeta y el equipo local, aunque se vestía con el vistoso uniforme naranja, se mostró muy opaco sobre su propio césped. Para encender las emociones de la grada, el debutante Héctor Moreno cabeceó un balón en el primer minuto que casi pone adelante a la Real. Después cambió el panorama y el partido pasó a dominio del Red Bull que en dos ocasiones con Yabo como intermediario, pusieron en aprietos a Rulli, quien en los primeros minutos tuvo que realizar varias intervenciones saliendo bajo los palos para hacer recortes. En dos disparos del coreano, el arquero argentino reaccionó bien y mantuvo el cero en su meta. 

Tras una serie de momentos brillantes de la Real, el juego tomó un rumbo opuesto. El equipo austriaco rompió el cero del marcador e hizo algo que en eliminatorias de doble partido es perjudicial: El gol de visita. Ocurrió a los 27 minutos tras un saque de esquina, seguido por una mala salida de Rulli, quien causó que el balón chocara con Oyarzabal y este la enviara por accidente al fondo de la red. Rulli protestó por una posible infracción del atacante contrario en la jugada, pero el colegiado Madden se limitó a contestar con una cartulina amarilla para el guardameta. 

El Salzburg celebrando el primer gol. | Foto: Gio Batista / Vavel
El Salzburg celebrando el primer gol. | Foto: Gio Batista / Vavel

El gol del Salzburgo no era esperado para los donostiarras que están habituados a iniciar ganando. La visita empezó a tener más control y confianza, despistando a los defensores de la Real Sociedad que no se hallaban sobre su propio césped y estuvieron muy cerca de aumentar la cuota, pero en una de las mejores acciones, Hee-Chan no pudo encontrar un receptor apto. La Real pudo igualar con un disparo de Bautista que fue rechazado sobre la línea por Lainer. El Red Bull estaba demostrando facilidades para poner pases entre líneas rivales, sin embargo, no fue suficiente para irse con dos anotaciones a favor al vestuario. Pero el gol de visita ya estaba hecho y vale por dos. 

Eusebio inició la revolución

El técnico sabía que la Real no estaba bien y dio ingreso a Januzaj para darle un chispazo al equipo, removió a Juanmi, quien apenas tuvo una acción de peligro en la primera mitad. 

La Real tuvo más intensidad con el ingreso del belga que se mostraba enérgico y con ganas de darle otra cara al partido. De todas maneras, fue el Salzburgo el que hizo la primera acción de infarto. Dabbur hizo un chut desde la frontal del área y obligó al argentino a volar para negar el 0-2. 

Odriozola era de los jugadores con mayor iniciativa en el partido, un iluminado y con potencia por su carril. Fue por sus relámpagos que igualó la Real el partido a los 57. Llegando por su perfil, Odriozola hizo un túnel al defensor contrario, se incorporó al área y disparó un misil para convertir los abucheos de la afición por aplausos ante una obra de arte hecha por el carrilero. 

El partido dio un giro diferente y es que los dirigidos por Marco Rose dejaron la seriedad ante una Real que se volvió dueña del esférico. Los jugadores de la visita jugaron con mayor fuerza y el árbitro escocés se vio obligado a amonestar a varios para mantener el orden. Los austriacos cedieron el juego a los donostiarras que estaban muy cercanos a darle la vuelta al partido

Eusebio retiró a Bautista para darle oportunidad a Agirretxe. El de Usúrbil fue importante para conseguir una falta a los 80 minutos delante del área. No parecía involucrar demasiado peligro. Januzaj cobraría la falta directa y su disparó atravesó la barrera. El autor de la falta, Caleta-Car, abrió un espacio demasiado amplio y permitió que el balón cruzara al muro y al arquero Walke. Januzaj anotó y puso adelante a la Real que en ese momento era mejor. 

Januzaj estuvo a punto de firmar su doblete con un disparo que finalmente pasó arriba del marco. El perdón del belga luego sería un percance. 

El agregado era de cuatro minutos y en el tercer minuto, un pase largo para Lainer fue la risa final del partido. El lateral derecho corrió con mucha potencia, el último impulso y al entrar al área realizó el pase a Minamino que como pudo batió a Rulli para igualar el marcador. 

Se le escapó la victoria a los donostiarras en el último minuto y ello obliga a tener que ganar en Salzburgo la próxima semana si se quiere mantener la ilusión de llegar lejos en la Europa League. Tocará beberse una lata de Red Bull para evitar traspiés.