¡Oh capitán, mi capitán! gritaban los alumnos del profesor Keatty en El Club de los Poetas Muertos. Un verso cualquiera que se convirtió en la oda a un líder, en el mantra de los que profesan las consignas de un tipo único, especial. Un capitán esa persona que está al frente, encabeza, dirige, gobierna o representa a un grupo. Un pastor que se encarga de mantener unido a su rebaño y defenderlos frente a los lobos. Un ídolo que, pese a ser admirado por sus fieles, es el primero que muestra obediencia. Trabaja como nadie y jamás lo predica. Ante la euforia, prudencia. Frente a las crisis, esperanza. Así es un capitán. Y ese es Gabriel Fernández Arenas, el Capitán Europa del Atlético de Madrid.

Del Tescoma Zlín al Copenhague. Del Letná Stadion al Parken Stadion. De la tercera ronda de la copa Intertoto a los dieciseisavos de la Europa League. Pasando por Bucarest, la Europa League y dos finales de la Copa de Europa. Cuando Gabi saltó al césped de Dinamarca entró en la historia del Club Atlético de Madrid. Por si fuera poco haber superado a mitos como Luis Aragonés con más encuentros en todas las competiciones, en el Parken se convirtió en el jugador con más partidos por el Viejo Continente disputados vistiendo la camiseta rojiblanca.

FOTO: getty
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Toda una vida defendiendo estos colores y cabalgando a sus lomos por Europa, brazalete al brazo, en la que ha pasado de los peores sinsabores a las mayores alegrías. El niño que soñaba con jugar en Primera División ha sumado 72 partidos por Europa siendo  48 partidos de Champions League, 20 de Europa League, tres de Intertoto y uno de Supercopa de Europa

De la Intertoto a la Europa League

Corría la temporada 2004-2005 cuando un jovencísimo Gabi, debutaba en Europa, concretamente en la ya olvidada Copa Intertoto ante el Tescoma Zlín con victoria por 2-4. El canterano repetiría en las semifinales ante el OBK Belgrado pero no jugaría en la final ante el Villarreal. Ese fue el legado que dejó en su primera etapa en el club. Tras ello abandonó el Vicente Calderón para jugar en Getafe y Zaragoza en busca de oportunidades. Pero como buen hijo pródigo volvió a su casa sin saber que iba a pasar a ser una de los más legendarios en la historia del Atlético.

Regresó en la temporada 2011/2012 para empezar y ser uno de los protagonistas del mejor periplo de los del Wanda Metropolitano en Europa. En el banquillo estaba Gregorio Manzano con el que el Atlético todavía luchaba por clasificarse para la Europa League en las rondas previas, y en el playoff final, ante el Vitoria de Setubal, Gabi anotó su primer y único gol en competición europea. Este gol fue el primero de los cuatro más que haría y que metieron a los rojiblancos en una Europa League que acabaría siendo histórica. Simeone llegó al banquillo del Manzanares a mitad del curso y el Atlético acabó ganando la competición en Bucarest por 3-0 ante el Athletic en una noche para el recuerdo de la hinchada rojiblanca.

De la Europa League a la Champions

La consecución de la segunda Europa League del Atlético, primera de Gabi, no fue más que el inicio de un pequeño reinado rojiblanco en Europa y que hizo desparecer aquel apelativo del ‘Pupas’. Así, Gabi se convirtió en el sostén de aquel medio campo que en solo tres meses superó al Chelsea en la Supercopa de Europa por 1-4. Esta fue la primera copa que alzó al cielo de Mónaco como capitán.

FOTO: getty
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Una temporada más tarde, se alzó con la Liga en el Camp Nou y fue semifinalista de Champions. En esa campaña de Champions inmaculada Gabi fue pieza fundamental. Solo se perdió la vuelta de semifinales fue titular en la final de Lisboa. Dos años después la historia volvería a dejar sin el título de Copa de Europa en Milán.

Pocos creían que ese ‘chaval’ nacido en Madrid que se crió en la sencillez del extrarradio madrileño (Leganés) se forjaría como un mito en el club de sus amores. Sin hacer mucho radio ha quedado por delante de nombres tan importantes como Adelardo o Collar, liderando la tabla de los futbolistas que más minutos han tenido en competiciones europeas.  

El madrileño no recibe Balones de Oro ni muchos elogios pero ahí está con sus 34 años derrochando coraje y corazón allá por donde va y lo que queda claro es que lleva tatuado en sus venas el lema de: trabaja duro, en silencio y deja que tu éxito haga todo el ruido.