Lucas Vázquez. Sacrificio y orgullo madridista. El canterano siempre ha destacado por dejarse la vida por el club de su amores, el Real Madrid. Siempre ha dado la talla y la cara, incluso en tiempos de crisis. Él ha sabido en todo momento el rol que desempeña en el equipo y nunca ha protestado. Lucas trabaja y cuando sale al campo factura.

Esta temporada ha dado un paso adelante, ha ido un poco más allá. A pesar de la crisis que ha sufrido el Real Madrid estos últimos meses, Lucas Vázquez ha demostrado que él trabajo también los días que no son tan atractivos como los de Champions...

Ha sido decisivo para que el Madrid no fuese eliminado antes en la Copa del Rey, es decir, ha evitado un ridículo aun mayor. En liga no ha sido titular, pero siempre que ha salido desde el banquillo ha aportado trabajo en defensa, desborde por banda derecha y algo que no entra dentro de sus funciones, el gol.

El salto cuantitativo ha sido notable: seis goles y cinco asistencias en toda la temporada. Son números más que destacables teniendo en cuenta el rendimiento del resto de jugadores de la plantilla (y sin tener en cuenta). Lucas es un extremo de los de antes, de los que escasean en el fútbol moderno. Donde mandan los jugadores con pegada, magia y sentido del 'buen juego', Lucas se hace un hueco aportando una serie de características que pocos pueden aportar.

El partido que enfrentó a Real Madrid y PSG fue otra muestra de lo que aporta Lucas Vázquez. A pesar de la suerte que tuvo el Real Madrid al conseguir dos goles cuando peor estaba, no hay que olvidar que Vázquez y Asensio fueron dos puñales por banda cuando entraron al campo. Este segundo aportó más en ataque que el canterano, pero el sacrificio aportado por el gallego en defensa para evitar los ataques de Neymar también es digno de destacar.

Sea como sea, Lucas siempre rinde, siempre responde, porque al fin y al cabo, en este mundo de dinero, quedan algunos jugadores dispuestos a dejarse todo por el club que aman.