Tras completar una fase de grupos casi impecable, con cinco victorias y un empate en su haber, los pupilos de García Pimienta tenían por delante un reto de altura, con la visita a uno de los conjuntos a priori más potentes: el Paris Saint Germain. No obstante, el líder con diferencia del grupo III en División de Honor, afrontaba el partido con ilusión, reforzado además con los ya integrantes del Barça B Abel Ruiz, Carles Pérez, Dani Morer y el recién adquirido Ballou, que llegó al filial en el mercado de invierno procedente del Montreal Impact.
Alicientes no faltaban para un choque que suponía el todo o nada para unos y otros, en una eliminatoria a partido único que lanzaría a un conjunto hacia cuartos de final de la Champions Juvenil, para asimismo apear al otro. El técnico barcelonista presentó un XI de gala en el Stade Municipal Georges Lefèvre. Once guerreros que si bien encontraron algunas dificultades en el primer período para generar ocasiones de gol, tuvieron el control del esférico en todo momento y fueron superiores a su rival, especialmente en el segundo tiempo. Fue en la reanudación cuando llegó el tanto de la victoria, obra de un acertado Carles Pérez, un único gol que permite a los culés seguir luchando por conquistar su segunda UEFA Youth League.
Inicio equilibrado
Después de unos minutos de tanteo, mientras los equipos se acababan de asentar sobre el terreno de juego, el Barcelona se hizo con el control del cuero para asomarse arriba primero, con un disparo de Alex Collado que no tuvo consecuencias. La reacción del PSG llegó en una acción a balón parado, tras una dudosa infracción de Collado, que ejecutó Adli. El lanzamiento lo enganchó Mbe Soh, bien situado dentro del área y libre de marca, sin embargo el remate marchó desviado.
El fichaje del Barça B en el mercado invernal, Ballou Tabla, debutó en la competición
El equilibrio se mantuvo a lo largo de todo el primer período, si bien el cuadro catalán tuvo más el balón y propuso más en un partido muy físico y medido. A los azulgranas solo les faltó el espacio para hilvanar las acciones en la zona de creación y generar ocasiones en la primera mitad, mientras que a los parisinos les faltó ideas y no presentaron excesivo peligro. Ballou, que hacía su debut con el Juvenil A en la competición europea, buscó la superioridad por la banda en repetidas ocasiones y estuvo a punto de sorprender al romper para adentro y buscar la rosca con la zurda, pero el cuero se marchó ligeramente alto por encima de la portería.
Una lesión provocó el primer cambio en el cuadro local: el capitán Nsoki cedió el brazalete a Callegari y dio paso a Sissako, que saltó al verde en su lugar. Los galos aprovecharon poco después una desconexión por parte de la zaga culé para disfrutar de una ocasión en los pies de Weah, cuyo disparo no encontró portería. Por parte del Barcelona, Carles Pérez lo intentaba con un zurdazo que no encontró su objetivo y después Miranda hacía lo propio con un remate lejano que se fue alto. Antes del descanso, al que se llegó con el empate sin goles, Toufiqui le pegó a la bola tras recortar a un defensor para conseguir una buena situación de tiro, pero ésta salió a un lado de la portería defendida por Iñaki Peña, que apenas tuvo que intervenir en el primer tiempo.
Carles Pérez hace efectivo el control culé
De vuelta al césped, tras pasar por vestidores, el FCB Juvenil A se hizo pronto con el control del cuero, consiguiendo asomarse arriba con mayor claridad en los primeros minutos de la segunda mitad que en todo el primer período. Una de las primeras oportunidades de las que disfrutó el conjunto que entrena García Pimienta llegó por una infracción sobre Carles Pérez en una situación interesante: Dani Morer ejecutó la falta, pero el balón encontró el rechace de la barrera defensica, que procedió a despejar el peligro.
El buen hacer en el centro del campo fue clave en la consecución del gol
El PSG aún entonces seguía con vida, y lo demostró con un disparo desviado de Yapi, que había recortado a Mingueza para esquivar luego a Chumi y colocar un chut que no trajo frutos para los galos. El Barcelona había comenzado a cocinar a fuego lento un feliz desenlace para el encuentro, su dominio se intensificó, con una línea de centro del campo exquisita formada por Monchu, Riqui Puig y Àlex Collado, que tejían los hilos del gol. Collado conectó con Riqui, para que éste asistiese a Carles Pérez en la acción del gol que dio la ventaja a los culés.
EL partido se ponía de cara a los catalanes, quienes dispusieron de otra ocasión en los pies de Collado. El de Sabadell ejecutó una falta, tras una infracción sobre Abel cuando el valenciano preparaba el disparo, enviando el balón por encima del travesaño. Para añadir quilates al juego de los azulgranas, el técnico dio paso a Labinot. El kosovar salió en carrera por la banda izquierda, esquivando una fea entrada de un jugador local, para conducir hasta el área, disparando a las manos del portero en una definición que no hizo justicia al esfuerzo realizado por el recién incorporado.
Con diez, pero rumbo a cuartos
Y de nuevo Riqui Puig, demostrando que se encuentra en un extraordinario estado de forma, fabricó una acción individual que intentó culminar con un remate que encontró resistencia en el cuerpo de un zaguero. Poco podían hacer los franceses ante la superioridad del Barcelona: Mbe Soh remató de cabeza un saque de esquina de Giacomini, encontrándose con un Iñaki Peña muy seguro bajo palos que atajó el cuero sin complicaciones.
El Barça parecía tener el partido bajo control, sin embargo acabó pasando un último apuro. Monchu vio la segunda cartulina amarilla y dejó a los suyos en inferioridad numérica. Los parisinos vieron el cielo abierto, tras no haber dado la talla en la reanudación y andar a remolque de los culés. El técnico García Pimienta reaccionó de forma inmediata con dos cambios defensivos casi consecutivos: dio entrada al lateral Guillem Jaime en lugar del delantero Abel y a Arnau Comas en sustitución de Riqui Puig. Contesión para soportar las posibles últimas embestidas del PSG, que estuvieron más cerca de recibir el segundo que de igualar.
En los cuatro minutos de tiempo añadido Carles Pérez estuvo muy cerca de firmar el doblete, después de cederle Àlex Collado el balón de forma generosa. El último ataque lo produjo el cuadro local con una conducción por la banda derecha, que concluyó con el remate fuera de Yapi, en el que pudo ser el tanto que forzase los penaltis. No se hizo necesario llegar tan lejos, pues enseguida el colegiado hacía sonar su silbato para dar paso a los abrazos y el júbilo entre los azulgranas, que estarán en cuartos de final por méritos propios.